Aquí estoy

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De lejos pude sentir su presencia, camine hasta encontrarlo de nuevo bajo ese árbol de cerezo, aunque me daba la espalda podía darme cuenta del movimiento que su cuerpo hacia, no necesitaba ser una genio para comprender que de nuevo llorabas por ella, me reí por lo bajo, resultaba entretenido esta situacion, tú enamorado de la chiquilla del Amo bonito.

-vete Kagura no quiero hablar contigo-hablo tratando de aparentar seguridad.

-cuando te quedará claro que esa chiquilla sólo ama a Sesshomaru-exprese divertida.

-no quiero escuchar-dijo tratando de alejarse.

-te lo advertí, te dije que ella solo podría verte como un amigo.

-justo como él te ve-se giro burlón.

-si pretendes lastimarme con tus palabras lamento decirte que estoy muerta, en mi no existen esos tontos sentimientos humanos -exclame arrogante.

-acaso no te duele verlo con ella-dijo entre murmuros.

-he aprendido que él no es para mí, miéntras más rápido lo aceptes será mejor-comente jugando con mi abanico.

-eso nunca me pasará-contesto y se fue.

Era divertido verlo sufrir, una parte de mí se llenaba de alegría cuando otro sufría, ese jovencito había estado mucho tiempo con nosotros, tal vez era con el único que hablaba más, pelear mejor dicho, me gustaba pincharlo para hacerlo enojar, era tan facil que perdiera los estribos, al fin de cuentas era diferente a Akago y Kanna, quienes siempre se mantenían inexpresivos, uno nunca sabía si reían, estaban enojados, o felices, en cambio él, se portaba como todo un joven humano.

Pronto no sólo serían sus sentimientos los que se revelarán, su cuerpo empesaria a exigir atención, las cosas se pondrian mejor entre esa chiquilla de nombre Rin y él... Me gustaría ver la cara de Sesshomaru... Sonrió caminando silbando una melodía suave... Los días van pasando y soy testigo del amor que le tiene, me subo en el gran árbol y entre sus ramas me escondo para disfrutar del espectáculo, me da gracia verle sonrojado, inclusive tartamudea al verla sonreír, ambos parecen tener la misma edad, si Sesshomaru no existiera estoy segura que para ella, él seria la pareja ideal, le veo hacer tantas cosas, desde llevarle regalos como flores, collares, telas hermosas, le mira con atención, como si fuera la única persona en el mundo.

Y cuando él regresa día tras día decepcionado, con los ojos llorosos, con la cara afligida y mirada perdida, un sentimiento empieza a surgir en mí, hemos estado juntos de hace mucho, pero es justo ahora que somos enviados a una misión por Naraku, de repente le conozco más, me veo hablando de cosas triviales cada que nos detenemos a comer, las plantas, la música, los demonios y los sueños que teníamos antes de ser presas de Naraku, escucho como habla lleno de devoción de su hermana la exterminadora, él también soñaba con serlo, y esa su risa de repente es para mí, sus ojos me observan cuando canto ante sus exigencias, me siento llena de energía, joven y bella.

-deberias buscar un esposo-comenta una noche-cualquier hombre estaría feliz de tener una hermosa esposa como tú Kagura.

Es mi nombre en su boca, que me hace estremecer, es su mirada fija en los míos que me llena de un sonrojo en las mejillas, peleamos a la par, destruyendo al enemigo por el que hemos venido, le robamos su fragmento y vamos de regreso, estamos cerca de la mansión de Naraku, cuando le veo tensarce, sin decir nada sale en dirección hacia ella, ese campo donde suelen verse, algo en mi se rompe cuando escucho la voz de ella.

-lo amo y me entregué a él.

-solo te lastimara, Rin-suplica él-ven conmigo.

-no puedo, le amo, entiende que para mí tú solo eres mi amigo.

Ella sale corriendo en dirección opuesta, quiero matarla, desaparecerla, volverla nada, a esa chica de ojos tiernos que le ha dejado mal, él llora, llora por ella otra vez, y mis brazos le rodean por detrás, pego el rostro a su espalda, se nota el vacío en sus ojos, esos que siempre brillan de emoción, hoy están apagados sin vida.

-ella entenderá, si le digo lo que es él-murmura-Kagura debo ir por ella-trata de desenredar mis brazos de él.

-basta, por favor... Cuanto más vas a soportar-digo sin soltarle-no ves que ella le ama.

-que sabes tú del amor si me has dicho que no tienes sentimientos-su rudeza me congela.

-pero tú, Kohaku de ti aprendí que es amar... Al verte día a día ir tras ella, hacerla sonreír, estar ahí y ser para ella un gran amigo, de tí aprendí y fue así que yo me enamore de tí-siento la tensión en su cuerpo al escuchar mis palabras.

-Kagura yo...

-aqui  estoy yo para hacerte reír una vez más, confía en mí, deja tus miedos atrás y ya verás-me paro frente a él-aquí estoy yo con un beso quemándome los labios-le sujeto el rostro y hago lo que llevó días deseando, le beso de forma lenta, él se queda inmóvil, pero pronto sigue mi ritmo, pasando a tomar el control, su lengua rosa la mía, me sujeta con fuerza la cintura y mi cuerpo levemente unos centímetros más bajo que él, se pega a su pecho y le rodeo el cuello, el aire se nos agota, él se nota soprendido-aquí estoy yo, abriéndote mi corazón, llenando tu falta de amor, cerrándole el paso al dolor.


POV KOHAKU


He estado enamorado de Rin por mucho tiempo, pero debo aceptar que Kagura me desconcierta, sus palabras me llegan al alma, esa mujer me mira con amor, el mismo que Rin le ofrece a ese demonio, el mismo que tanto desee fuera para mí, Kagura da un paso hacia atrás, se nota sonrojada, que una mujer como ella me diga que me ama, es un alago, pero no puedo mentirle, mi corazón le pertenece a la castaña, sin embargo tampoco puedo decir que el beso que hemos compartido no ha significado para mí, porque un primitivo instinto despertó cuando su cálida lengua me roso, uno que Rin nunca ha hecho surgir, mis ojos recorren por vez primera su cuerpo, ese con curvas más pronunciadas, y mi entrepierna se hincha con desenfreno.

-no puedo decir que te amo porque estaría mintiendo-hablo por fin-pero te deseo y es más fuerte que nada de lo que he sentido antes.

Su boca se abre en un oh, sus ojos me observan y mi mano toma la suya para jalarla hacia mí, la beso, presiono con fuerza su cuerpo al mío, giro su cuerpo para pegarla al tronco, mis manos suben la tela dejando expuesto su piel blanca, sus manos se enredan en mi cabello y yo deseo tocarla, sus ojos rojizos se dilatan cuando mis dedos hacen a un lado la fina tela para entrar en su cavidad, se hunden en ella robando un gemido sensual, se cuelga de mí miéntras su rostro hace gestos que me excitan, la siento contraerse, y mi mano se moja con su néctar de mujer satisfecha.
Me siento por vez primera un hombre, le bajó la tela exponiendo sus senos enormes, sus pezones se paran saludandome y mi lengua la saborea sin reparo, se arquea mientras succiono y su mano baja presionando mi miembro duro, la ropa va cayendo a nuestro alrededor mientras nos miramos desnudos, es ella quien se hinca ante mi, y su boca hace maravillas, gruño al sentir su húmeda boca, esa que me está volviendo loco, antes he escuchado hablar del sexo, pero nunca imaginé que supiera tan bien, mucho menos que fuera Kagura quien me fuera mi primera vez, la acomodo entre nuestras vestimentas y le abro las piernas con delicadeza, ella me observa cuando entro en su interior, es tan estrecha pese a que se que no es su primera vez, me gusta como se amolda conmigo, como presiona mi miembro al entrar y salir.
La embisto con fuerza una y otra vez, me pierdo en su cuerpo hermoso, mi mente olvida a Rin y se llena de la ojos carmín, su imagen y gemidos se graban en mi mente, cuando siento que me moja, me vengo en ella, grito su nombre en plena noche, la abrazo en silencio, es una locura, Kagura y yo... Pero porque no?

-Aqui estoy Kohaku, siempre estaré para tí-susurra antes de dormir.
Y es en ese momento decidí que aquí estaría para darle mi fuerza y mi aliento, ayudarle a pintar mariposas en la oscuridad, quiero ser yo el que despierte en ella un nuevo sentimiento y le enseñe a creer, a entregarse otra vez sin medir los abrazos que de.

Fin 🖤

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