¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Su mañana fue algo alborotada, teniendo que salir con cuidado, mirando atrás con algunos tropiezos.
Cuando llega finalmente a la academia PK para soltar un suspiro agotador y dejando caer todos sus miedos ahí. Era un nuevo día, tenía que estar feliz por eso.
"Da igual, debo enfocarme en no desaprobar nada." Fue lo que piensa mientras pasaba por los pasillos.
Yare, yare. ¿Tan mal empieza uno por las mañanas?
Aquel psíquico se encontraba a unos metros de ella en los casilleros, llevaba unos días notando sus pensamientos. La Nagareboshi era como un fantasma en la escuela, ni siquiera él sabía de su existencia hasta hace pocos días.
Sus pensamientos en su mayoría eran aburridos o simplemente no pensaba en nada. Cree que es alguien tranquila, sin embargo no puede pasar desapercibido cuando tiene comentarios negativos hacia sí misma.
Decide no darle importancia, ya no queria meterse en más líos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nagareboshi annie era una de las tantas compañeras de intercambio que Saiki tuvo. Con una sonrisa tranquila y palabras tan débiles que nadie en su salón la escuchó.
Desde el primer día, nadie había volteado a verla.
La de cabello peculiar, camina lentamente y con torpeza a su lugar que le correspondía por el momento, tratando de no pensar nada, decidió dejar el tema como algo mínimo.
Algunos días después, empezó a ser acosada por unas chicas mayores que la molestaban por su cabello, ojos, llamándola incluso gorda por tener la cara redonda. Parecía haber una jefa que ordenaba todo el acoso que empezó a sufrir, tarda unos días en darse cuenta que se trataba de Kumo, una de sus hermanas mayores, quién para su mala suerte, estudian en la misma Academia.
"Parece que no me dejará en paz ni en la escuela. " sus pensamientos abundan todo el lugar y se vuelve el centro de atención para un psíquico que tenía a unos metros. "Me pregunto si solo debería callarme, si Sora-nee se entera, estaré en más problemas."
Con una mirada indiferente Kusuo voltea a verla, los rumores se esparcieron más rápido que el viento sobre Annie, en su aula era completamente invisible, mientras que para las de tercer año era solo su nuevo juguete, disfrutando de fastidiarla.
¿Cómo fue que empezó todo?
Sin darse cuenta ya se estaba cuestionando sobre lo sucedido, le era difícil ignorar después de todo.
-Saiki -aparta su mirada de la fémina al escucha a Kaido totalmente angustiados ──, ya sonó la campana. Vámonos.
Cuando vio como el albino se iba diciendo que sus amigos lo esperaban en la puerta de la salida, vuelve a perder su mirada en la azabache.
El de lentes verdes tenía que ser sincero, todo en ella se veía tan frágil.
Hipnotizado por las hebras oscuras de Annie, no se da cuenta que ella lo estaba mirando con un gesto de duda plasmada en su rostro.
──Saiki-san, ¿se le ofrece algo? ── su débil y susurrante voz pasa por sus oídos, él se toma unos segundos para disfrutar la melodía.
Se levanta de su carpeta rompiendo el contacto visual que tenían, sus ojos se quedan en blanco por un momento, ¿por qué la estuvo observando durante tiempo?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sus ojos morados se cruzaron torpemente con los celestes de la chica por segunda vez en el día. Estuvo pensando todo el día en cómo ayudar a qué Annie tenga más amigos, o al menos conseguir que más gente note su débil presencia.
-Hasta mañana, Saiki-san- se despidió con una reverencia, no quería ser descortés.
Él alzó su pulgar, con esa expresión seria, a la menor le causa un poco de gracia que no tenga tantas expresiones faciales. Tanto pensar podría explotarle la cabeza, buscaría una solución el día de mañana.
"Eso lo hace ver lindo."
Esto ya es raro.
Siguiéndola con la mirada hasta la salida, el menor de los Saiki solo pudo negar con la cabeza lentamente mientras sonreía de lado. Había caído en cuenta que no le dio oportunidad de conocerla.
Te ayudaré, Nagareboshi.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
