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-Feliz 30 de julio, Yoonoh

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-Feliz 30 de julio, Yoonoh.

Me soprende ver al rubio recibirme con una sonrisa y un gorrito en la cabeza, por un momento me siento como si fuera un niño llendo al doctor por una revisión anual y es Jinseok quien intenta alegrarme el día para que no le tenga miedo a las inyecciones.

-Disculpa pero ¿qué celebramos?-pregunté confundido pasando hacia el consultorio, el inglés cerró la puerta y se encaminó hacia su silla de siempre.

-Dia Mundial de la Amistad, Yoonoh. ¿No me digas que no sabías de eso?-me mira como si fuera un torpe por no saberlo cuando puedo jurar que la mitad de la población mundial ni esta enterado de eso y a la otra mitad no le importa.

-¿Se supone que deba saberlo?-ironicé sentandome en el sofa y viendo como Jinseok se acercaba con su cuaderno de siempre.

-Claro, ¿por qué? No me digas que ya no tienes amigos-bromeó.

-¿No es una broma algo cruel para un psicólogo? -le miré casi estupefacto, el rubio rio por lo bajo.

-¿Te dolió?

-Bueno, no es como si fuera parcialmente correcto-me encogi de hombros.

-Eso quiere decir que pasaste tus episodios depresivos, felicidades aprobaste mi mini examen sopresa-sonrió y yo le miré dudando bastante de eso pero no lo cuestioné-Lo recuerdo por qué aunque estoy obligado a tratarte como un amigo por mero contrato resulta que en realidad te considero mi amigo y por eso te traje un regalo-me señaló antes de mirar detrás de él y alejarse en búsqueda de algo en su escritorio. Con solo verlo me sentí abrumado.

-No creo que-

-¿Qué? ¿Me vas a romper el corazón diciendo que no somos amigos?-cuestionó con sorna y asomo su cabeza por la mesa de madera-Eso es muy cruel para un hombre que tiene más problemas personales que yo, tal vez considere hacer otro chiste cruel con tus traumas si hieres mis sentimientos-me advirtió.

-Eres extraño.

El rubio sonrió marcando sus hoyuelos y regresó hacia mi aún en su silla impulsandose con sus propios pies y paró frente a mi con una caja angosta algo grande que llevaba un moño y me lo entregó. La tomé dándome cuenta de que era algo pesada pero entre todo esto me sentía raro recibiendo un obsequio de parte de Jinseok.

Es decir, me agrada, pero no creí que un doctor me fuera a decir que le agradaba después de escuchar lo trastornado que estaba y que estaba consciente de que tenía pésima suerte teniendo amigos.

-Ábrelo, anda, sé que quieres saber que es y además necesitas mi explicación para entenderlo-me señaló la caja recargandose en el respaldo de su silla.

-Me das pendiente, Jinseok.

-Pendiente las monedas que te preste para la lata de café de la máquina de afuera, no creas que he olvidado eso-respondió hábilmente, rodé los ojos rompiendo la cinta y abriendo la caja para sacar lo que había adentro.

𝗝𝗘𝗥𝗞 | J. YOONOH (SB 2°) [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora