doce.

104 9 0
                                    

Que las almas que inundé de fuego ardan entre sus cenizas.

Levantad la mano, hijos de lo adverso.

Ahogaros en albor, llorad algentes entre desconocidos apócrifos.

No dejad que el armipotente silencio sea vuestro guía, entrad en ascónditos antros.

Atra noche que nos acorrala y confunde, belígeros vientos que nos persiguen por callejones.

Observemos la calígene alma de los perdidos y encontrados, que vienen del Campo de Marte.

Matemos el tiempo a balazos, directos al corazón.
- auradea. [balas fundidas]

Dear xx.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora