Capítulo tres III
Como si tu vida dependiera de ello
(...)
—Abre la boquita y di "aaaah" —dijo animadamente, mientras levantaba de forma juguetona una cuchara con sopa hacia mis labios.
Avergonzado, hago lo que me pide, permitiendo el líquido caliente entrar sin mostrar ningún tipo de resistencia. Con los amarres en mis muñecas me era imposible hacer un ejercicio tan simple como el de comer por mi cuenta.
De alguna manera, me adapté rápidamente a la situación. Cuando no cuestiono nada, Light permanece tranquilo, y puedo gozar de sus atenciones. He disfrutado cada platillo preparado por él, debido a que cocinar es uno de sus múltiples talentos. Esa sopa no era la excepción, y yo llevaba un buen tiempo sin comer algo que no fuese enlatado.
—Me encanta que no discutamos, mi amor —indicó sonriente, mientras posicionaba la fuente ya vacía en una mesa próxima a nosotros—. ¿Te gustó el caldo?, tal vez quedó muy salado, no lo sé.
—Estaba exquisito, Light. La cocina se te da genial —contesté, intentando sonreír. Sin embargo, no podía camuflar del todo la fatiga que me producía el estar tanto tiempo sentado. Apenas me soltaba para ocupar un baño que estaba integrado a esa habitación, y el tiempo de aquello era cronometrado. No podía tardar más de cinco minutos, todo lo tenía que hacer deprisa.
—Me hace muy feliz saber que te gusta, mi amor, todo lo preparo especialmente para ti. Traeré el postre, no tardo —me avisó sujetando entre sus manos los utensilios sucios, y se retiró no sin antes depositar un beso suave sobre mi cabello.
"La preparé especialmente para ti" resonó en mi cabeza. Nadie disponía de esos gestos para mí en casa. Si mi hermano o yo queríamos comer, existían dos opciones, o cocinábamos nosotros, o lo comprábamos con dinero que nos otorgaban nuestros padres para deshacerse de esa responsabilidad. De hecho, su desapego es tan crónico que ni siquiera estoy seguro de que se hayan dado cuenta de que llevo más de tres días sin aparecer por casa.
Respiré con una sensación de congoja en el corazón, sintiendo mis pulsaciones disminuir a cada momento que transcurría.
¿Por qué Light se está tardando tanto en traer el postre?
Desde que le conocí, llevo muy mal la soledad. Cada vez que no está presente, incluso si es sólo un momento, empiezo a evocar situaciones de mi vida que me angustian, introduciéndome en un bucle tormentoso del que me es imposible escapar. Es como si fuese incapaz de experimentar momentos de felicidad sin arruinarlos yo mismo con mis ideas acerca de la realidad. Cada cosa positiva que me ocurre, cualquier motivo que pueda traerme un poco de felicidad, es devastado por un recuerdo que lo contrarresta. Es decir, así como me hace feliz que Light cocine para mí, me trae congoja recordar que mi madre odiaba hacerlo, y lo manifestaba abiertamente.
Las pocas veces que mi progenitora preparó comida, había que tragársela a como fuera lugar, y parecía más una tortura. Arroz quemado, fideos pastosos, verduras sin lavar, leche caducada, por mencionar ejemplos concretos. Alimentos que tanto a Beyond, mi hermano, como a mí nos dejaban en el suelo con calambres de dolor. Es por lo anterior que aprendí a cocinar de muy joven. Sin embargo, a medida que fui creciendo, ya no tenía energía para hacerlo, por lo que empecé a tomar el dinero y a comer lo que se me antojara en la calle.
Teniendo eso en cuenta ¿cómo mi corazón podría odiar a Light? Si me cocina cosas que me gustan y son sanas, me cepilla el cabello y me lo seca, está pendiente de cada uno de mis gestos, a veces trae libros, me los lee y platicamos acerca de ellos. ¿Cómo podría no soportar su malhumor esporádico después de lo mucho que hace por verme feliz? Es tan detallista, que se preocupa de andar con un sachet de pañuelos desechables por si viene el llanto que me acompaña cada vez que yo mismo me hago daño. Yo no era nadie en el mundo antes de Light. Mis ojos se cristalizan y casi no puedo ver.
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Déjame ir (Death Note/Yaoi)
FanfictionPareciera que entre más te amo, menos me amo a mí mismo.