Capítulo 1: La chica del andén 9 3/4

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El tren escarlata se marchaba alejándose cada vez más de su punto de partida;el andén 9 3/4 se veía cada vez más diminuto conforme la maquinaria se alejaba tamborileando sus ruedas contra las rieles.

Muchas cabezas se acechaban por las ventanas y pequeñas manos se agitaban en modo de despedida, entre ellos estaba una chica que sacaba su cuerpo por la ventanilla hasta llegarle al torzo, sonreía y su cabello castaño y ondulado danzaba de un lado al otro al son de la brisa; su sonrísa era brillante, dulce y en sus resplandecientes ojos verdes que recordaban a los de su madre se reflejaba la emoción de su primer año en Hogwarts.

Sintió que le daban un tirón hacia adentro del compartimento y se sentó mientras veía unos ojos verde intenso que la miraba con reprensión y aparente preocupación.

-Pero...¿qué te pasa,Al?- dijo la castaña con expresión divertida.

-Deberías mantenerte sentada, Rose- dijo Albus mientras acariciaba el mentón de una lechuza que yacía en su jaula posada sobre el pequeño columpio interno.

-¡Albus...Rose, rápido!- un chico de cabello rojo entró en el compartimento con una sonrisa enorme y aspecto sorprendido y malicioso en los ojos.-Victorie está con Teddy...¡otra vez!-

-Ya basta, James,¿qué no entiendes de privacidad?- le replicó Rose a su primo.

James le hizo un gesto grosero a su prima y se sentó frente a ella a lado de su hermano menor. James era un año mayor que Albus y era su segundo año en Hogwarts, había decidido sentarse con su hermano y su prima para hablarles de la escuela y los profesores; James era popular en Hogwarts y no solo por ser hijo de Harry Potter, sino por su humor impresionante y extraordinaria habilidad con las chicas, a pesar de ello, Lily su hermana menor le cuestionaba que aún no tuviese novia a lo que James siempre contestaba con un: "No tengo tiempo para eso, Lily", y le pellizcaba las mejillas para que dejara de molestar.

Durante el trayecto James contaba cómo una vez logró transformar en ardilla al profesor Flitwick durante una clase.

-Tardaron como tres horas intentando atraparlo, corría por todas partes- decía James divertido mientras sus compañeros se reían a carcajadas.

Después de varias horas en las que James seguía contando historias; Rose lo reprendía por intentar que ella y Albus fueran con él a ver qué hacían su prima y Teddy Lupin; y después que entre los tres compraran casi todo el carrito de dulces se pusieron sus túnicas y finalmente llegaron a la estación King's Cross.

-¡Los de primer año por aquí!- escucharon a lo lejos una grave voz que podían recordar de sus fiestas de cumpleaños y reuniones; Hagrid levantaba una linterna en alto y con la otra llamaba a los de primer año para que se acercacen a él. -Vaya, vaya, se me ha olvidado que este año comienzan en Hogwarts ustedes dos- dijo Hagrid cuando Rose y Albus llegaron con él. Tenía la misma mata de pelo enmarañada y tupida que hace 19 años y aunque la edad se había hecho más presente en sus facciones y algunas canas ya se vislumbraban entre su cabello, su sonrísa al ver a los chicos lo hizo lucir muchos años más joven.

-¿Dónde está James?- preguntó mirando por encima de la marea de cabecitas.

-Se ha ido antes con sus amigos, como es de segundo el llega de otra forma al castillo, ¿recuerdas?- contestó Albus.

-Oh, si claro, bueno síganme que los barcos están por marcharse-

Hagrid dirigió a Rose, Albus y los demás niños de primer año hasta la orilla de un lago donde estaban amarrados unos pequeños botes de madera con candelabros flotando en la proa. Albus y Rose se sentaron en el mismo bote junto con Hagrid y un niño de mejillas rosadas y cabello oscuro; debía ser Jason Finnigan, sus padres les habían hablado de su padre Seamus, y que había sido un gran amigo de ellos en Hogwarts, obviamente nunca lo habían visto pero a juzgar por su apariencia y gracias a las fotografías de sus padres durante su estancia en la escuela estaban casi seguros que era su hijo.

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