Capítulo 18 Un mundo hambriento.

79 12 0
                                    


Izuku se encontraba en la sala de su casa viendo la televisión, descansando de las clases complementarias del día anterior, se sentía feliz por haber aprobado y evitar la expulsión, su cuerpo le dolía por el esfuerzo y los golpes que recibió, pero sentía que había valido la pena, había superado un complicado entrenamiento impartido por uno de los mejores héroes de Japón.

El descanso de Izuku fue interrumpido por el timbre de su casa. "Izuku abre la puerta por favor, estoy ocupada". Ordenó a su mamá desde la cocina.

"Rayos ¿Quién será a esta hora?". Se preguntó Izuku caminando hacia la puerta con desgana. Al abrir la puerta Izuku vio a su tío parado mientras revisaba el celular.

"¡Tio! hola ¿Cómo has estado? se que has estado muy ocupado". Pregunto Izuku feliz de ver a su tío después de algunas semanas.

"Hola muchacho ¿Cómo va la academia? ¿Está tu mamá?". Preguntó su tío entrando a la casa mientras chocaba los puños con su sobrino.

"Va muy bien, U.A. tiene excelentes maestros y mi mamá está en la cocina, dijo que estaba ocupada no creo que pueda hablar ahorita". Respondió Izuku.

"No hay problema, en realidad quería hablar contigo y me quedaré a almorzar, solo saludare a tu madre, espérame en tu habitación".

"Esta bien". Respondió Izuku yendo hacia su habitación. Hitoshi camino hacia la cocina para saludar a su cuñada.

"¿Inko? Hola vine a almorzar, espero que no sea una molestia". Dijo Hitoshi pidiendo disculpas con la mirada y una sonrisa tímida.

"Claro que no, siempre serás bienvenido en esta casa". Respondió Inko sonriendo.

"¿Me prestas a mi sobrino unos minutos? necesito hablar con él sobre algunos asuntos importantes, vamos a estar en su habitación".

"Claro que si, no hay problema". Respondió Inko con una sonrisa resplandeciente.

"Muchas gracias Inko y nuevamente pido disculpas por no avisar que vendría". Respondió Hitoshi para posteriormente abandonar la cocina y dirigirse hacia la habitación de su sobrino.

"Hola muchacho ¿Cómo va todo? ¿Sigues haciendo los ejercicios que te deje de tarea?". Pregunto Hitoshi ingresando a la habitación repleta con mercancía de All Might.

"Claro que sí, aunque no con tanta constancia como quisiera, la academia me quita mucho tiempo".

"Claro, recuerdo cuando estudiaba ahí con tu padre, los maestros eran unos demonios, ahogaban a uno en tareas y el entrenamiento físico era muy riguroso, supongo que por eso es la mejor academia de héroes".

"Nunca me has contado mucho sobre esos días, ojala un día tengas la oportunidad, me encantaria saber como era mi padre en esa época". Dijo Izuku sonriendo melancólicamente mientras veía el casco de su padre que se encontraba en una repisa en su habitación.

"Por supuesto, un día te contaré, te lo prometo, mientras te puedo decir que era bastante popular, las chicas lo perseguían a donde él fuera". Respondió Hitoshi sonriendo ante el recuerdo de su hermano gemelo. "Pero hoy vine a hablarte de algo menos placentero, algo probablemente preocupante, tal vez no debería decirte pero siento que estaría dejando a ciegas".

"¿A ciegas, de qué hablas tío?". Respondió Izuku confundido.

"Para empezar quiero que me prometas que no le dirás a tu madre nada de lo que te diga, tampoco a tus amigos, esta información es delicada, podría generar pánico".

"Esta bien, lo prometo".

"El gobierno y algunos héroes con relevancia entre ellos Hawks y Best Jeanist hemos descubierto la actividad de un nuevo grupo criminal aquí en Japón, bueno... En realidad no es nuevo, su líder existe desde hace muchos años, pero había estado inactivo... El punto aquí es que ha vuelto y es el responsable de los recientes ataques a héroes y sus desapariciones, también es el responsable de esas extrañas criaturas que tienen los cerebros por fuera que salieron en las noticias". Al escuchar esto Izuku no se sorprendió mucho a fin de cuentas sabía de las criaturas debido a sus recuerdos de la niñez que regresaron en forma de pesadillas.

Deku El héroe de las flamas blancasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora