Deku El héroe de las flamas blancas

Capítulo 1. Llamas blancas

Izuku despertó de un brinco, estaba sudando y su respiración estaba agitada, el despertador sonaba a un lado de su cama sobre su mesita de noche. Había tenido una pesadilla, no podía recordarla pero sabía que fue una pesadilla debido a que su corazón latía con fuerza, últimamente había tenido varias pesadillas, las que podía recordar, tenían relación con su padre quien había fallecido años atrás.

Los rayos de sol entraban por la ventana de su habitación bañándole el rostro, haciendo que su cabello verde oscuro se viera más claro. Se levantó rápidamente de la cama, apagó el despertador, se puso el uniforme para ir a la escuela y salió de su habitación para darle los buenos días a su mamá.

"Buenos días mamá" dijo el peliverde al entrar a la cocina.

"Buenos días, siéntate cariño, hoy prepare el desayuno". Izuku se sentó y su madre le asentó un tazón de sopa de miso. Su madre Inko Midoriya es una señora de complexión robusta, de cabello color verde oscuro, el cual siempre lo usaba atado en una cola de caballo.

"Hoy es el cumpleaños de Gina ¿no?" preguntó la señora a su hijo que ya había comenzado a comer.

"Si, hoy voy a pasar a verla al dojo de su familia después de clase, supongo que llegaré un poco tarde".

Gina es la mejor amiga de Izuku desde hace 2 años y medio, cuando la chica se mudó al mismo vecindario, lo salvo de unos matones  iniciando el primer año de secundaria, desde entonces ella se volvió su primer amiga. La familia de Gina tiene un dojo de kendo al cual Izuku empezó asistir para tomar clases una semana después de conocerla.

Después de terminar el desayuno y despedirse de su mamá, Izuku salió de su casa para ir a la escuela. Al llegar a la escuela vio a una cabellera plateada a lo lejos cerca de la entrada principal de la escuela.

"¡Hey Gina!" grito Izuku mientras corría hacia ella. Ella volteo y saludó al peliverde moviendo la mano con una gran sonrisa.

"¡Feliz cumpleaños!" dijo Izuku mientras le daba un fuerte abrazo a su amiga.

"Gracias Izuku" dijo Gina devolviéndole el abrazo que duró algunos segundos.

Gina Tanaka es una chica bonita de estatura promedio (1.60), con cabello largo y plateado que se risa en las puntas, su cara bonita con rasgos finos, con ojos turquesa rodeados por pestañas largas y tupidas. Ella está en 3er grado al igual que Izuku pero en un salón distinto.

"¿Vas a ir a verme al dojo en la tarde? Vamos a comer katsudon" preguntó Gina.

"Claro hoy salgo un poco tarde debido al examen de matemáticas pero ahí estaré" dijo Izuku dándole una sonrisa.

"Está bien, entonces te dejo, tengo examen de historia a primera hora" dijo Gina con cara de sufrimiento. Gina no es una persona que disfrute de leer, sobre todo cuando se trata de algo tan aburrido como la historia.

"Te veo en el dojo Izuku" dijo Gina alejándose del peliverde mientras se despedía con la mano.

Izuku se dirigía hacia el dojo Tanaka, caminaba perdido en sus pensamientos, mientras murmuraba bastante fuerte lo que pensaba, todas las personas cercanas se le quedaban viendo como si estuviese loco por hablar solo. Este era una especie de mal hábito que Izuku había aprendido de su padre, quien hacía exactamente lo mismo. El día había transcurrido bastante lento, el examen de matemáticas no había sido difícil sin embargo fue bastante extenso. Estaba pensando en comprarle flores a Gina como regalo de cumpleaños, él sabía que sus flores favoritas eran los tulipanes rojos y conocía un sitio donde los podía conseguirlos a buen precio no muy lejos del dojo Tanaka. De pronto escucho algo que lo sacó de sus pensamientos.