𝚂 𝚎 𝚟 𝚎 𝚗

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¿Creés que haya algo nuevo?  – preguntó Sana, su cabeza reposaba en el hombro de Tzuyu, mientras seguía mirando las plantas del exterior, se escuchaba el sonido de la ligera lluvia como un susurro tranquilo–. Ya que todo cambió ... ¿Están escondiendo algo?  ¿Hay alguna sorpresa?

Tzuyu lo pensó en silencio unos segundos.

— No creo ...

¿Qué crees?

— La verdad no lo sé ... Simplemente es que creo que esperan que hagamos algo – se encogió de hombros – Ya saben que nos cansamos de escapar, porque es imposible ... Se aburrieron que no hagamos nada y nos ponen algo nuevo para ver qué hacemos al respecto ... Todo esto es un experimento y somos las ratas. 

— ¿Cómo es que sabes esas cosas?  – Sana se apartó de ella lentamente, sus ojos lo miraron con duda, Tzuyu la miró y notó que la menor sospechaba de ella.

– ¿Sana?

La menor se apartó, levantándose, retrocedió mientras la miraba, jugaba con sus dedos con nervios, su ceño estaba fruncido.

Tzuyu se levantó y sintió su corazón romperse un poco al ver a la chica dudando de ella.

— ¿Qué piensas?  – murmuró la mayor, en sus ojos había algo de dolor.

— No sé.....Pero desde el primer día, fuiste muy sospechosa, Tzuyu. Hiciste cosas que no podría pensar, sabes más que yo ... ¿Qué ocultas?

Tzuyu negó.

— Yo no sé....Yo no sé nada.  – dijo, negando, con el pánico creciendo en su interior, al ver cómo la menor se alejaba de ella –  Sana....No sé más de lo que tú sabes.

— C– Creo que sacas conclusiones muy rápidas ... ¿Cómo sabes?

— Es sólo un poco de lógica, es sólo pensarlo un poco ... – Tzuyu negaba – N-No es..-

— ¿Cómo sé que no es mentira?  – preguntó Sana, de forma retórica –¿Cómo sé si no estoy encerrada con uno de los malos y nunca podré salir de aquí si te hago caso? 

— ¿Qué?  – Tzuyu estaba ofendida de ser considerada "de los malos", retrocedió un paso y su espalda tocó el cristal, extrañado porque no lo recordaba tan cerca – Debes creerme ... Sana, estoy igual que tú.

— Tzuyu .. Hace unos días dijiste que debemos estar aquí por algún motivo – murmuró Sana – ¿Y–Y si .. Él quiere que nos matemos para que una sólo pueda salir? ¿Y si sólo estás jugando conmigo para darme confianza y luego matarme? 

— ¿Qué dices, Sana?  No digas esas cosas ... N–No voy a matarte.

— Quiero irme – dijo Sana, lágrimas caían por sus mejillas- Y debes comprender...Que no tengo a nadie más del quien sospechar – su espalda tocó el cristal, frunció el ceño al ver a Tzuyu tan cerca, recordaba haberse alejado, miró hacia la caja, las paredes se acercaban y se cerraban, el espacio  se estaba reduciendo, las plantas estaban lejos, dejando libre el espacio que antes había ocupado – ¿Qué..Qué pasa?  Se está cerrando...

Sus manos se intentaron aferrar al vidrio, sin éxito, mientras su respiración se agitaba, sintiendo que cada vez había menos aire.

— Sana .. ¿Sana?  – Tzuyu se sintió aterrado de verlo así, quiso acercarse pero el grito de la menor la hizo mantenerse lejos, aunque las paredes se seguían y se acercaban de un poco.

— ¡¿Qué haces ?!  – gritó Sana, comenzando a llorar – ¡Lo estás deseando, ¿Cierto ?!  ¡¿Es que así quieres matarme?! – se escuchaba como un leve chillido cada vez que intentaba respirar, pero sus pulmones no se llenaban de aire – ¡P-Para!

— ¡No soy yo!  – respondió Tzuyu, gritando igual que ella, que estaban como en un metro de distancia –...No responde...No responde a los deseos, Sana.

La menor cerró los ojos con fuerza, se empujó contra el cristal de espalda, mientras respiraba de forma agitada, sus piernas temblaron y sentío que comenzaba a caer.

— No puedo respirar ... – murmuró, en un susurro doloroso, mientras llevaba sus manos al pecho, sintiéndose ahogada. 

Tzuyu se acercó a ella rápidamente, tomándola en brazos, cargándola contra su pecho mientras sentía a Sana temblar entre sus brazos.

El espacio se redujo aún más, apoyó la espalda en el cristal y los pies en la pared opuesta, cargando a Sana sobre su cuerpo, quien seguía respirando con dificultad, acomodó el rostro de la chica en su cuello, cubriendo sus ojos.

— Cierra los ojos – murmuró – Cierra los ojos y ve a un lugar lejos de aqui...Un lugar enorme, donde hay aire a montones.....Dónde estás libre y estás lejos, lejos de todo, Sana.

— Mjmm – la menor apretaba con fuerza la mano libre de Tzuyu.

— ¿Lo ves?

— Lo veo –murmuró Sana, su respiración era más normal, pero escuchó un sollozo.

— Irás allí, ¿Lo sabes?  Espera y estarás allí – Tzuyu frunció el ceño con dolor, las paredes la estaban apretando.

— Tzuyu....Lo siento... – murmuró, se notaron las ganas de decir algo más – Te amo – soltó Sana, sin más, dejándola sin palabras, sonrió como una tonta.

— También te amo.

Y con una brisa que agitó los cabellos de ambas, las paredes se movieron, Tzuyu calló sobre el suelo sobre su espalda, soltando un quejido, con Sana aún en brazos.

La caja había vuelto a su tamaño de antes.

𝐋𝐎𝐕𝐄𝐋𝐘  |「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora