Capítulo 41 - Ciclo Sin Fin

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Abrió sus ojos con pesadez, se sentía muy desorientado y algo mareado, sus últimos recuerdos eran estar en una Iglesia repleta de caos y ahora se encontraba en una sala de color predominante blanco, junto a unas máquinas que hacían ruidos agudos. Volteó su mirada hacia sus alrededores, Eri Aizawa dormía sentada en una silla y apoyando su cabeza al lado de su cuerpo, Izuku Midoriya estaba en una camilla de hospital. Los recuerdos lo invadieron y recordó a la persona que más herida estaba, se puso de pie de un salto y se arrancó todos los sensores, despertando a Eri...

— ¡I-Izuku! — nombró la albina algo desconcertada por su repentino corte de sueño — ¿Estás bien? ¿Te sientes mejor?

— ¿Dónde está, Eri? — preguntó Izuku sin expresión exacta en su rostro — Quiero verla... lo necesito

— Ella... — murmuró la chica del cuerno bajando su cabeza, su labio inferior temblaba y lágrimas amenazaban salir — Y-yo te llevaré... pero no te hará bien verla ahora

— Me rebobinaste, ¿no? — cuestionó viendo su cuerpo sin ninguna herida, llevaba la normal vestimenta azul claro de hospital — Si me rebobinaste, a ella también... o sea que está bien... ¿no?

— ... — la albina no contestó, las lágrimas se le escaparon de sus ojos tragándose sus sollozos... nada había salido bien ese día —

Luego de un silencioso trayecto, finalmente llegaron a la habitación de Melissa Shield, la cual no estaba para nada lejos de la habitación del pecoso. Eri tomó asiento hundiendo si cara en sus rodillas y el peliverde entró sin dudar... escontrándose con una escena que le rompió el corazón.

— ¿Q-qué...? — observó la camilla del hospital ocupada por su prometida, la cual estaba conectada a varias máquinas y con mascarilla de oxígeno... un paronama desolador para cualquiera — ¿P-por... qué...?

— ¡¿Qué hace aquí?! — interrogó una enfermera al notar la presencia de Izuku — ¡No puede entrar! ¡Solo familiares permitidos!

— E-ella... es mi esposa... nos íbamos a casar — el adulto intentó explicar pero las palabras no le salían, sentía un nudo en la garganta y como todo se corrompía dentro de él — ¿P-por qué... está así?

— ¿Señor Midoriya? — preguntó la enfermera al reconocerlo — Lo lamento muchísimo, no quería...

— ¡Respóndame! — exclamó el antiguo héroe número uno interrumpiéndola y elevando el tono de voz — ¡¿Por qué yo estoy sano y ella está así?! ¡Dígamelo!

— El quirk de la señorita Aizawa no surtió efecto por una razón que desconocemos — respondió la mujer con pena — Aún no sabemos por qué, pero ningún quirk curativo funciona... es como si los repeliera

— ¿C-cómo...? — el pecoso lentamente se acercó a la camilla tomando la mano de su amada —

— Solo pasaron dos horas desde el ataque, ella está en un profundo coma por el golpe que recibió en su espalda y el daño de la explosión — reveló la enfermera haciendo llorar al ojiesmeralda — No sabemos cuando va a despertar... Recovery Girl le hizo tratamientos sin quirk pero... es posible que jamás despierte

— ... — la expresión de Izuku Midoriya se ensombreció, inconscientemente empezó a liberar su aura — Perdóname, mi amor... todo esto es mi culpa

— Midoriya... — la puerta de la habitación fue abierta por el recién llegado Dave Shield — Despertaste...

— Profesor — el peliverde no se atrevió a mirarlo, su vista estaba clavada en la rubia — Me pidió que la cuidara... y ahora ella está así

Izuku Midoriya: Flecha VerdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora