THE FINAL II - Dolor Creciente

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Los médicos se llevaron al inconsciente Izuku, los trabajadores en el rubro de la salud creían que sufrió un colapso por la sorpresa relacionada a su paternidad.

Hitoshi y Mei se hicieron a un lado para dejar trabajar a los médicos y enfermeros, pero sus dudas eran crecientes. ¿Por qué el pecoso reaccionó de esa forma ante una noticia tan buena?

Parte de sus dudas fueron resueltas al ver las expresiones adoloridas de Sarah Al Ghul y Eri, ellas sabían la razón y no era nada bonita.

Dave Shield, Inko Midoriya y Toshinori Yagi llegaron poco tiempo después, preguntando por el peliverde y la rubia. Obviamente Sarah tuvo que esconderse y la joven albina inventó una mentira rápida sobre su maestro.

Mientras tanto, la castaña se escabulló entre la gente entrando a la habitación contigua a la de Melissa, donde estaba el ojiesmeralda.

— Perdóname... lo siento Izuku... lo siento... — Sarah rompió en llanto — Si hubiera sido más fuerte... más precavida...

Por culpa de sus ataques traumáticos, Izuku sabía lo que ella tanto quería ocultar. El dolor que ocultó y soportó por años sola ahora era compartido... y eso podría no ser tan malo.

Por supuesto, esto nunca se le habría pasado por la cabeza a la castaña. Lo más importante en el mundo, era Izuku y su bienestar.

Aunque nunca dejó de pensar en como sería una vida junto a él, viajando por el mundo, cumpliendo sus sueños y promesas junto a su bebé... algo que era tan irreal como los finales felices.

— Sarah... — Midoriya abrió los ojos con pesadez y volteó a mirar a la castaña — No tienes que disculparte conmigo... ni con nadie. Nada de lo que pasó fue tu culpa

— No quería que lo supieras... perdóname... — después de que el peliverde se sentara en la camilla, la hija del demonio lo abrazó — ¡Estoy harta de verte sufrir!

— Está bien... tranquila — susurró Midoriya devolviendo el abrazo y acariciando suavemente la cabeza de Sarah — Escúchame, lo correcto es que yo sepa de eso, ahora ambos podemos cargar con el dolor

— ¡Tenía que hacerlo sola! — exclamó la ojimarrón sin parar de llorar — ¡Mi única razón para vivir eres tú! ¡Yo tengo que protegerte!

— Nadie soporta tanto dolor — aseguró el antiguo héroe número uno en tono triste — Tienes que aprender a priorizarte y yo tengo que aprender a aceptar el pasado... a partir de ahora, tú y yo enfrentaremos la muerte de nuestro bebé juntos. Como tuvo que haber sido desde el principio

— ¿Por qué todo terminó así? — preguntó la castaña entre sollozos — ¡¿Por qué no pudimos tener nuestro final feliz?!

— No lo sé, Sarah... no lo sé... — respondió Midoriya cerrando sus ojos con fuerza para evitar llorar — El único que tiene que suplicar perdón soy yo, le fallé a Roy, a nuestro hijo y a ti... pero ya no más. Te voy a proteger y cuidar todo lo que pueda, lo juro

— Te amo... siempre te voy a amar — murmuró Sarah aferrándose al ojiesmeralda — Mientras tú seas feliz... todo está bien, no me importa nada más

— Casi lo olvido, esto es tuyo — el arquero esmeralda tomó cierto objeto de su bolsillo, entregándoselo a la hija del demonio — Thea lo dejó en mi casa hace unos días, supuse que lo robó de Nanda Parbat

— Esto es... — la ojimarrón agarró el objeto luego de deshacer el abrazo, sus ojos se abrieron como platos — Es mi collar... creí que mi padre se había deshecho de él

Izuku Midoriya: Flecha VerdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora