❤️capítulo 1🍂

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Sus ojos deambulaban por el exterior que le ofrecía la ventana de la cafetería, su mirada posada en el árbol otoñal del cual las hojas bajaban por la fuerza del viento y su debilidad por la estación, su mano mantenía apoyada su cabeza para contemplar la vista a su comodidad, las hojas danzando al compás del viento le ofrecían calma a la mente en desastre de Jimin que intentaba recomponer su vida por causa de una relación tóxica con su anterior pareja, dos meses de pensar mal hacía su persona.

Con un poco de ayuda de sus cercanos y mucha fuerza de voluntad ya estaba logrando salir del hoyo negro en el que se sentía, el olor a café llegaba a sus fosas nasales estimulando sus sentidos y regalandole un poco de alegría, el local no estaba tan lleno y eso le parecía perfecto a Jimin, amaba sentir la paz de la tranquilidad, las conversaciones a penas eran susurros y las risas tan espontáneas que la cafetería se había vuelto su lugar más frecuente.

Con un leve carraspeó la mesera que portaba una sonrisa le sirvió su orden de mocca y un pastelillo de arándanos, Jimin agradeció con una sonrisa.

-Oh, bastardo, ya ordenaste...

Aquellas palabras dejaron impresionado a Jimin, un hombre se había sentado de repente en su mesa aunque asumía que se encontraba equivocado por su expresión que imitaba la suya, la mesera observaba la situación sin saber que decir.

-Y-yo, disculpa, me he confundido, e-es que tie-tienes el mismo color de pelo que mi amigo -tartamudeo el desconocido con una sonrisa nerviosa.

Jimin quedó prendado de cómo sus ojos se achicaban mientras sonreía y que de la sonrisa se asomarán sus encías, lo hacía ver tan tierno junto con su pelo rubio alborotado, cómo si no se hubiera peinado pero seguía siendo tan encantador.

-No hay problema -nego con su cabeza Jimin mientras sostenían sonrisa miradas.

Miel contra café mientras intentaban formular de manera correcta sus pensamientos, Jimin no había visto ojos rasgados más lindos en su vida.

-Ah, y-yo... Mejor me retiro, nuevamente disculpa, eh... -el desconocido se fue parando sin apartar la vista de Jimin -Espero tengas una linda tarde.

Con una gran sonrisa el desconocido se fué, dejando aturdido a Jimin que se había quedado prendado de sus ojos, con una reverencia la mesera, que había presenciado toda la situación, siguió al sujeto y Jimin vió que se sentó con otro hombre que, efectivamente, tenía el mismo color de pelo que él, decidió no darle muchas vueltas al asunto y concentrarse en su pastelillo junto con su nueva lectura.

Rápidamente empezó a leer perdió el sentido de tiempo y espacio, se sumergió en la lectura y las palabras enriquecedoras del libro que llevó consigo, su comida empezaba a disminuir de forma lenta mientras leía, cuándo fué a agarrar otro pedacito de pastelillo se dió cuenta que ya no le quedaba nada, decidió restarle importancia y beber lo que le quedaba de su mocca para irse.

Por su periferia pudo ver cómo dejaban un platito con un pedazo de torta de fresa con nevado, su mirada se fijó con la misma mesera que lo atendió.

-Disculpa, yo no ordené ésto -dijo confuso Jimin.

-Lo sé, fué el chico con aspecto de gatito -le explicó la mesera y le señaló hacía dónde estaba el sujeto del incidente.

Estaba enfrascado en una divertida conversación con su amigo por lo que veía Jimin, miró con una sonrisa a la chica y le pidió amablemente que pusiera la torta en un envase para llevar, con una pequeña sonrisa guardó sus cosas y cuándo finalizó la tarea procedió agarrar una servilleta y un bolígrafo.

Cuando la mesera llegó con la torta en un envase para llevar le pidió el favor de darle la servilleta al sujeto y con una sonrisa de agradecimiento se fué del local.

Nuestro pequeño conejito • [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora