Vale os voy a explicar quien es ella.
Sara Roig, chica de 18 años de edad, recién salida de bachillerato que va a cursar la carrera de ingeniería. Morena de piel, muy morena, cabello ondulado negro y unos ojos negros muy penetrantes. Sudadera amarilla y unos pantalones de chándal grises adornan su cuerpo. Chica de familia no rica pero tampoco pobre.
Y como sé como se llama... Mmm pues Héctor lo dijo:-Oh, queridas, os presento a mi prima que ha venido de Washington. Gabriella, está es Michelle.
-Encantada- la chica rubia me tiende la mano saludandome con una sonrisa, sus ojos verdes mirándome amablemente- Soy Michelle García y esta es mi hermana -agarra de la cintura a la castaña- Lisandra García.
La saludo con la mano y miro a la chica restante. Héctor nota mi curiosidad y suelta:
-Y está es mi querida y espectacular Sara.
-Me halagas, bombón. Un placer, linda, me llamó Sara Roig -me tiende la mano mirándome con curiosidad.
-Yo soy Gabriella, Gabriella Stuart, un placer. -le tiendo la mano con nerviosismo y sonrío.
-Gabi, querida, nos vamos a hacer súper best friends -me agarra Lisandra por los hombros atrayendome a ella y llevándome al baño.
-Jejeje, puede ser.
-¿Cómo es Washigton?
-Es lindo, aunque no quiero recordar mucho de allá, malos recuerdos.
-¿Pasó algo, linda?
Miro al suelo.
-Mi ex novia me puso los cuernos con su mejor amiga.
-Oh, eso sí es un feo caso, -se mira al espejo pintandose los labios de rojo- pero ahora estás aquí, muy lejos, así que, querida, uuhh que ojeras, ¿te doy corrector?
Me río y suspiro mirándome en el espejo, mi cabello castaño oscuro, mi piel blanca, mis ojos marrones.
-Sí, maquillame.
-¡Oh! Eso está hecho.
Me dejo maquillar por Lisandra notando cosquillas.
-Pss, ya está.
Me miro al espejo notandome hermosa.
-Wow, ¡no parezco yo!
-¿Viste? Ya eras hermosa, tan sólo tenía que dejarte un poco mejor jeje y ahora vamos.
Me coge de la mano sacandome del baño para llevarme al patio donde ya estaban todos hablando y riéndose.
-Chiques, ¿vieron está diosa?
Miro al suelo sintiéndome observada y miro de reojo a Sara mirándome con otros ojos.
-Estás muy linda. -suelta la dulce voz de Michelle sonriendome con amabilidad.
-Está... Wow... -Héctor se levanta del sillón a darme una vuelta con la mano sobre mi misma y me susurra- mira como te está mirando Sara, te está comiendo con la mirada.
Me toco el cabello y me acerco a Sara.
-Hey, ¿cómo me veo?
-Ya te lo han dicho todo, si te lo digo yo sería repetir los hechos ¿no?
-Puede ser.
Agarra mi mano y me mira.
-Estás hermosa, aunque la opinión de los demás no debería importarte, te tiene que gustar a tí, linda.
Me sonrojo y asiento rápidamente. De mientras Sara mira mi mano y besa mis nudillos para luego soltarla con delicadeza y empezar a caminar por el jardín. Me quedo paralizada y viendo eso ella se gira y me hace una señal para que la siga cosa que lo hago.
Detrás de ella miro a mi alrededor con extrañeza y se para mirando que estemos lo suficientemente lejos de las demás y me mira.-Vale, linda, tú me llamas la atención y sé que yo la tuya. No sé si buscas relaciones o algo serio pero a mí eso no me va.
-¿Nunca te has enamorado?
-¿Para que enamorarse? -se sienta en el suelo observandome desde abajo- El amor es una invención del ser humano cuando te atrae alguien, te gusta físicamente, encajas bien y eso ya es amor, pero pues a mí esas cursiladas no me van, me van más decir las cosas claras, me pareces atractiva si quieres lío lo tendrás sino pues nada. Esa es mi filosofía.
-Entonces según tu filosofía, nunca has sentido algo por alguien y nunca has pensado en estar con alguien toda tu vida.
-Exacto, me vas entendiendo, pequeña.
Me sonrojo y me siento a su lado mirándola curiosa.
-Es extraño tu punto de vista.
Suspira y me mira, sus ojos dejándome ver un poco de vulnerabilidad entre ellos.
-Lo digo porque no quiero salir lastimada... No es algo agradable llorar por amor, no vale la pena.
Se hace una coleta tumbándose en el suelo, viendo su pecho subir y bajar con lentitud mientras sus ojos se cierran. Una tranquilidad me mueve el corazón y sonrío. Sara abre un ojo mirándome y se ríe.
-¿Que miras?
Me sonrojo y miro mis uñas.
-Nada.
Vuelve a cerrar los ojos y miro a mi alrededor.
-¿No te sienta bien el silencio?
Suspira respirando lentamente y se gira hacia mí mirándome.
-Me gusta el silencio, pero ya he tenido suficiente silencio en mi casa en Washington.
-¿Chica asocial?
-Siempre salía con mi ex y sus amigas, ya sabes lo típico. No soy de hacer muchos amigos entonces no salía.
-Vaya... Chico con muchas amigas no es buena combinación.
-Era una chica.
-¿Bisexual?
-No, soy lesbiana.
-No lo pareces.
-No sabía que tenía que cumplir unos estereotipos de chica poco femenina con moño y nuca rapada para ser más o menos lesbiana. Perdón si te ofendí por eso.
Se ríe y me enseña su cabello.
-Tranquila, muñeca -me atrae hacia ella mirándome seria- soy lesbiana también y tampoco cumplo esos estereotipos, aunque no soy femenina para nada.
Me mira y mira mis labios, estaba sentada a mi lado con una mano en mi cintura atrayéndome a ella. Se muerde el labio inferior y me suelta mirando hacia otro lado.
-Tú a mí me atraes mucho, pero no quiero ilusionarte así que lo mejor es que no hablemos mucho, no sabes lo que puedes descubrir si investigas.
-¿Y si quiero?
-Nena, nunca me vas a descubrir.
Acaricia mis labios con su pulgar y se levanta dejándome en ese suelo marginada sonrojada mirando la nada sin entender muchas cosas.
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Llevo todo el capítulo literal fangirleando con Sara, díganme que no soy la única que ya se le ha robado mi corazón. Por favor.
Poco a poco la iremos descubriendo, aviso también trataran temas de la homosexualidad entre muchos más temas pero sobretodo la superación de una ruptura para Gabriella.
Bueno espero que os haya gustado tanto como me ha gustado a mí escribir este lindo capítulo, ¡nos vemos en el siguiente!
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Me quiero a mí.
RomanceGabriella, 17 años de edad, chica amable y estudiosa, nacida en Washington DC. Familia perfecta y adinerada, una novia estupenda... Espera ¿qué? Su vida era perfecta hasta que algo la llevó a mudarse con sus tíos, donde aprenderá a quererse ante tod...