Mi poema

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Volví a mi casa, mi madre me había dejado unas llaves de la casa. Antes de cojer las maletas e irme a la casa de los gemelos me miré y remiré en un gran espejo donde se me veía cuerpo entero. No me había visto nunca en este plan, tan seductora. Sinceramente estaba muy provocativa, los pantalones si fueran unos cinco centímetros más cortos ya se me veía el trasero, además de que la camiseta era corta, encima era transparentosa. Bueno, lo dejé pasar, cogí mis maletas y me fui directamente a la casa de los dos.

Ya llegué y pité en su puerta, abrió Dani. Me miró de arriba abajo y sus ojos como platos, pero luego intentó disimular y me dijo "pasa". Entré, dejé mis maletas en el salón un momento ya que me dolían los brazos porque eran muy pesadas. Le pregunté a Daniel donde estaba Jesús y me dijo que en su cuarto, así que subí a paso lijero a su habitación. La puerta estaba cerrada así que toqué tres veces en la puerta. Jesús abrió la puerta, jajaja, abría que ver su cara nada más verme, era un poema. Me miró como su hermano y solo dijo:
Dios mío.
Y: Jesús que se te va a caer la baba.
J: Ah, lo siento, perdón.
Y: Anda déjame pasar Jesusito.
J: Vale.

Nos sentamos en su cama.
J: Dios mío estás... Guapísima.
Y: Gracias.

-le besé en la mejilla-
J: Preciosa.
Y: Tu.
J: Yo soy un chico eh.
Y: Pues precioso quería decir.
J: Te quiero.
Y: Anda bobito...

-le di un "piquito"-

Bajé de nuevo al salón con Jesús para que me ayudara a llevar las maletas a mi cuarto. (Posdata: Yo tengo mi cuarto por separado aunque Jesús me haya dicho que comparta cuarto con él) Luego de subir las maletas Jesús se quedó en su cuarto y yo en el salón, porque se lo pedí yo. Me fui con Dani.
Y: Danielo, ¿hay nesquik?
D: No, ¿por?
Y: Para Jesuso jajaja.
D: Ah vale, si quieres vamos a comprar.
Y: Vale voy yo.

Cogí mi monedero y fui a una tiendecita, compré un gran bote de nesquik y volví a la casa.

Con el bote escondido tras la espalda fui a la habitación de Jesús.
J: Hola ¿donde estabas?
Y: ¡Tachaaaan!

Exclamé enseñando el bote de nesquik.
J: ¡Halaaa nesquiiiik por fiiin!
Y: Jajajaja cómo te conozco. Anda vamos a prepararlo.

En la cocina cojimos la leche y hicimos dos nesquik. Nos lo tomamos tranquilamente y a Jesús le llegó un mensaje, lo miró y se le cambió la cara por completo, estaba así como preocupado. Le pregunté pero nada.

NARRA JESÚS:

Cuando Yanni me llamó y me dijo que se iba al centro comercial, no debería haberlo hecho pero quedé con...

Con dos es complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora