Escayola en el corazón

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J: A ver Dani ¿en eso te fijas?

D: No no no es eso, es broma.

J: Pues dime cómo es.

D: Es guapa, es amable, es graciosa...

J: Uy ya se a enamorado.

D: Ese es el problema Jesús.

J: ¿Problema?

D: Sí. Tengo miedo.

J: Mira como tu hermano que soy yo te aconsejo que te arriesgues y si te vuelve a ocurrir lo mismo la mandas a que la den por culo, y si necesitas apoyo sabes que me tienes a mi Dani.

D: Hablas literalmente como Yanni enserio.

J: ¿Por?

D: Has dicho casi exactamente lo que me dijo ella hace poco, lo de que la mande por ahí, jajaja.

J: Hombre bro es mi novia lógico que se me pegue su forma de hablar jajajaja.

D: Ofu gracias Jesús.

J: De nada tío.

-nos dimos un abrazo de hermanos-

*AL DÍA SIGUIENTE*

Entonces me llamaron por teléfono.
#LLAMADA TELF
J: ¿diga?

E: ¡Jesús!

J: ¿Mamá? ¿qué ocurre?

E: Jesús tienes que venir al médico ahora.

J: ¿por qué?

E: Para que te quiten la escayola por completo. ¿no te acuerdas?

J: Ahhh sí. Va, voy para allá. Vengo con Dani eh.

E: Venga que la cita médica se te retrasa.

#FIN LLAMADA.

¿Qué ocurre Jesús? Me preguntó mi hermano. Le expliqué que ibamos al médico y nos dirigimos hacia allí. Al llegar ya estaba mi madre esperando, me metí en una sala y poco a poco me quitaban la escayola. Mi hermano y mi madre esperaban fuera.

Un rato después, al salir, Dani no estaba. Le pregunté a mi madre donde se fué y me dijo que no sabía, que probablemente estuviera en casa.

Narra Daniel:

Cuando mi hermano entró en aquella sala yo me quedé esperando fuera, y entonces vi a Valentina allí. Me acerqué a saludarla ya que esta noche ibamos de película. Pero me frené en seco y me escondí al ver que estaba con un chico, al que oí que se llamaba Raúl de su misma edad más o menos y estaba hablando con ella. La conversación que oí fue:
R: ¿Quieres entonces?
V: ."

Y se abrazaron.

Me volví a sentir manipulado. Enserio, ¿otra vez me van a engañar? No. Ahora sí que se jode.

Me acerqué a ella con enfado y le grité: ¿A que sí eh? No me esperes en el cine. Yo me fui corriendo de allí y ella me gritaba ¿¡Qué dices!? ¡Espera!

Volví a mi casa e inevitablemente a llorar. ¿Cómo he podido ser tan tonto como para volver a confiar en una chica?

Misera vida. ¿Y a mi hermano por qué no le ocurren estas cosas?

Con dos es complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora