Arriesgarse mereció la pena

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¿Y si no tengo la oportunidad de besarle nunca más? Prefiero arriesgarme, no sé si me gusta todavía pero él me hace sentir esas cosquillas en el cuerpo que otras personas no hacen. No iba a cortar de nuevo un beso nuestro, le iba a dejar con las ganas al pobre...

Cerré los ojos con fuerza arriesgándome a lo que pudiera pasar, me preparé  y me fui acercando muy lentamente hacia él hasta que le besé.

No me lo podía creer, eh, lo admito, era mi primer beso. No me imaginaba que pudiera ser tan bonito. Al separarnos uno del otro ninguno habló. Cabizbaja me froté la cara con las manos, pensando ¿qué he hecho? ¿qué va a pasar ahora? Entonces Jesús me cogió las manos y me miró a los ojos, yo también le miraba. Oh no, ahora las cosquillitas son más fuertes, más intensas. Ahora el corazón me latía muy rápido, estoy confusa no sé qué me pasa. Al cojerme las manos Jesús me dijo:

-Yo tampoco sé que decirte ahora.

Yo cogí una almohada tapandome la cara con ella. -Si quieres me voy. Me dijo con un tono bajo de voz-.

Jesús parece que me entiende perfectamente, sabe cuando estoy nerviosa, cuando estoy confusa, cuando estoy incómoda... etc. ¿Tendrá este chico un don?

-¿Serás capaz de dejarme aquí sola ahora? Le respondí con un tono burlón-.

J: -No... No era eso era por si... (decía nervioso)

Y: -No tonto, es broma.

No sabíamos ninguno que decir así que nos abrazamos. No pude contener las lágrimas y me eché a llorar. ¿Que por qué lloraba? No lo sé ni yo, solo sé que de tristeza no lloré, ¿sería de felicidad o similares? Puede, y sería lo más probable, pero es que lo tengo muy confuso todo. Mi cabeza está dando vueltas a todo, pensando cualquier cosa. Podría ser que me estoy volviendo loca... O que estoy enamorada. ¡Ese es mi dilema! No estoy completamente segura de que eso sea amor porque ya lo he dicho, nunca me he enamorado. Eso sí. A Jesús le gustaba yo, de eso no tengo duda. -No me hagas llorar a mí princesa... Me repetía continuamente él. Era la hora de dormir, él se tumbó en su cama, iba a apagar la luz (porque hay un interruptor justo al lado de la cama plegable), pero antes le toqué el hombro. -Jesús, hazme un huequito. Le dije sonriente-. Apagó la luz y me tumbé junto a él, puse mis manos un poco más arriba de la cintura y así me dormí. Y no, ni creas que soy una pervertida ni nada raro, pero quería dormirme con él. Eso no es nada guarro (lo digo porque hay muchos malpensados por el mundo).

Amaneció, Jesús seguía dormido a mi lado. Me levanté muy despacio procurando no despertarle, pero me había cogido de la mano (dormido). Intenté que soltase mi mano muy lentamente, hasta que lo conseguí. Me puse las zapatillas y me fui hacia la puerta, cogiendo el pomo de la puerta a punto de abrir me dijo Jesús: -¿Por qué te levantas? Estábamos muy bien así... Me dijo con carita triste-. -Es que no tengo más ganas de dormir. Le respondí haciéndole voz de niña pequeña-.

J: -Pero si no hacía falta que durmieramos. Con quedarnos así bastaba...

Y: -Jesús levántate ya vago, que mira qué hora es, van a dar las once.

J: -Vale pero espérame guapa.

Se levantó de sopetón y se puso sus zapatillas. Salimos los dos de la habitación, bajamos al salón. Ya estaban todos levantados: Dani desayunando y Eva en la cocina.

-¡Por fin se levantan los dormilones! Exclamó Dani-.

-Pero Dani no seas malo, si tienen sueño que duerman. Dijo Eva-.

J: -Eso Dani, que mucho hablas tú.

-¿Qué tal habéis dormido? Preguntó Eva-.

Jesús y yo nos enrojecimos, creo que se nos notó mucho... ¡Ups!

-Muy bien. Dijo Jesús mirándome sonriente-.

E: -¿Qué vais a desayunar?

-Yo nada, me he levantado sin hambre.

E: -¿Seguro no vas a tomar nada Yanni?

-No gracias.

E: -¿Y tú Jesús?

J: -Yo mas tarde mamá es que me acabo de levantar y no me apetece.

Los hermanos y yo salimos al Jardín, Dani tenía que decirme algo importante según él, no sé que era. Nos sentamos donde la  mesita de madera y con una sonrisa un poco falsa dijo: -Me han dicho mi madre que te diga que tus padres dicen que van a volver contigo mucho más pronto de lo previsto, en Londres ya han terminado casi su trabajo y van a volver en una o dos semanas, o si les ocurre algo tres.

Al decir eso a Jesús se le cambió la cara. Yo en el fondo estaba triste pero sonreí para aparentar.

-Sí, eh... Bien, les echaba de menos. Respondí-.

-Niña prométenos que nos vas a visitar ehh. Dijo Dani con tono gracioso-.

-Sí, sí, claro. Todo lo que pueda. Niños vosotros venís también algún día a mi casa ehh. Jeje.

Cuenta Jesús:

Aquella noche fué genial. ¡Por fin la he besado! Y aunque se notaba que se lo pensó antes de besarme a mi me parece que le gustó, aunque seguro que no tanto tanto como a mí. Me muero joder. Se durmió conmigo. ¿Enserio? ¿No lo habré soñado? Noté sus dulces manos abrazarme antes de quedarse dormida. Sigo sin creermelo todavía. Quiero tenerla ya. ESA MUJER ME ENCANTA.

Me quedé de piedra cuando mi hermano me dijo de que ella se iba en probablemente una o dos semanas o poco probable tres. ¿Enserio? ¿Ahora que ya casi la tengo entre mis manos se tiene que ir? Me cago en... Tengo que darme prisa si no mi hermosa princesita se irá sin ser mi novia.

Sigue Yanni:

Decidimos darnos un chapuzón antes de comer, así que subí a mi habitación a cambiarme. Esta vez no me puse un bikini como el de ayer (que era de color rosa), si no uno de color azul que a mi me encanta (es mi color preferido). Cogí una toalla y bajé. Los gemelos ya estaban abajo esperandome al lado de la piscina. Jesús vino corriendo hacia mí, me cogió en brazos y me tiró a la piscina de golpe. ¿Pero qué haces Jesús? Le pregunté riéndome. ¡Te la debía! Exclamó él. Se zambulló conmigo a la piscina seguido de Dani. Jesús me estaba haciendo tonterías, y de broma me iba yo corriendo (corriendo es un decir, nadando) detrás de Dani diciéndole: ¡Ayúdame Dani, Jesús se ha vuelto loco! -No, si Jesús ya lleva loco mucho tiempo... Me decía él-. Dani se salió un poco antes de la piscina porque se había cansado, pero poco rato después salimos Jesús y yo. Fuimos a aclararnos el agua de la piscina a una pequeña ducha de el jardín. El suelo estaba muy mojado, iba yo a abrir el grifo de la ducha (que es un grifo de rosca) . Uff, estaba súper duro. Cuando por fin abrí el grifo pegué un resbalón hacia atrás por culpa del suelo mojado que por poco me caigo y me rompo la espalda, pero gracias a Dios que Jesús me cogió antes de que me cayera. Con el agua cayendonos encima y Jesús cogiendome en brazos mirandome fijamente tenía unas ganas de besarle de nuevo que no puedo describir. Jesús me levantó, ya se ve que no es el mejor momento para besarnos...  -Jaja, muchas gracias Jesús. J: -¿Gracias? Cualquiera lo hubiera hubiera hecho mujer, no iba a dejarte que te hagas daño. Entonces nos quedamos mirando uno frente a otro, como ya he dicho el agua nos caía encima y estábamos allí empapados de agua mirándonos fijamente. Los dos a la vez dimos un paso hacia adelante para estar más pegados uno del otro, él puso sus manos en mi cintura. Esta es mi oportunidad. Al parecer si era el momento para besarle porque eso hice. Son sus labios tan suaves y se me hacen resbaladizos con el agua. Entonces alguien llegó al jardín y nos vió allí besándonos. -¡Sorpre...! Gritó aquella persona, sin terminar porque se asombró al vernos. No me lo puedo creer. Esa persona es...

Con dos es complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora