Dignidad y sentimientos.

761 43 21
                                    


Princesa Rhosyn.

Había diferentes cosas que podía dar por hecho, porque a veces hay cosas que sólo las sabes, que no necesitan una razón de ser para tener sentido. No hay indicios que te señalen que es algo que debes hacer. Eso fue lo que me sucedió cuando decidí ir detrás de Caspian, de alguna forma lo supe. Además, suponía que él había sentido algo similar cuando me abrazó en el regreso de la guerra.

Lo reconocía, había sido todo un acontecimiento perturbador y terrible para todos. No estaba familiarizada en específico con los narnianos que habían perecido en el frente de batalla, no conocía sus historias ni sus sentimientos, pero sabía perfectamente la pureza de sus acciones, su valentía al dar su vida por la causa que defendíamos.

De alguna forma, lo relacioné con los hechos que los narnianos e hijos de Adán tuvieron que atravesar en las Islas del Norte, en mi reino. Defendieron la causa con valentía y fueron al frente de batalla dispuestos a morir. Quisiera decir que haber ido al frente de batalla en ésta guerra me absolvía un poco de la culpa que sentía, pero no. No lo hacía en absoluto.

Me adentré en el templo donde estaba la tumba de Aslan, bajando por una rampa algo empinada y luego caminando un extenso pasillo que había hasta la sala principal. Allí, estaba Caspian, sentado en la mesa donde Aslan había sido asesinado por la Reina Blanca para luego revivir de la muerte como había sido predicho.

­­―Caspian... ­­―Le llamé, poniéndome frente a él mientras observaba su mirada perdida con un sentimiento de preocupación en el pecho­­―. ¿Estás bien?

Él ni siquiera fue capaz de levantar sus ojos hacia mí o responder a mi pregunta, sólo se mantuvo inerte en su lugar, haciendo como si yo no estuviera mientras anclaba sus ojos oscuros al suelo, como si no hubiera nada más interesante en éste lugar.

Suspiré un poco, no sabía exactamente qué hacer más no quería rendirme porque tenía muy en claro que Caspian no estaba bien. Se encontraba en un estado pensativo y lo que había sucedido con Peter segundos atrás no era nada bueno. Entendía la tensión entre ambos porque los dos tenían un complejo de líderes, pero en algún momento tendrían que trabajar juntos si querían que el ejército funcionara.

­­―Caspian. ­­―Volví a llamarle mientras que me agachaba frente a él para poder verlo a los ojos, intentaba ser lo más comprensiva y delicada posible para que él confiara en mí­­―. Sólo quisiera saber cómo te sientes y si puedo ayudarte en algo. Sé que tal vez quieras estar solo pero...

­­―¡Pues déjame solo! ­­―Exclamó de manera brusca, dirigiendo sus ojos oscuros y poco agraciados hacia mí. Di un salto hacia atrás por la impresión y fruncí mi ceño hacia él­­―. ¿No tienes algo mejor que hacer como consolar a tu Gran Rey Peter?­­

Su voz estaba llena de recelo y una furia venenosa que ciertamente me sorprendió, y no en una buena forma. Era muy desconsiderado que él me gritara y me tratara con condescendencia cuando yo no le había hecho nada que lo hiciera enojar o que lo provocara de alguna forma.

Intentaba ser comprensiva con él pero cuando recibo éste tipo de tratos, mi carácter y mi sentido de la dignidad no me permitía actuar con diplomacia y amabilidad siempre.

­­―¿Por qué te portas así conmigo, Caspian? ¿Qué he hecho yo para merecer semejante trato? ­­―Inquirí con cierta indignación mientras me incorporaba de un solo movimiento, intentando no flaquear en mi postura decidida, además de intentar ocultar que la herida de mi pierna aún dolía.

­­―¿Por qué no sólo corres detrás de él? Ambos sabemos que eso es lo que quieres. ­­―Volvió a decir él, frunciendo el ceño con furia que estaba envenenando su alma y la actitud tan cordial que siempre solía tener conmigo.

❝𝙏𝙝𝙚 𝙉𝙤𝙧𝙩𝙝 𝙄𝙨𝙡𝙖𝙣𝙙𝙨' 𝙌𝙪𝙚𝙚𝙣❞ [𝙋𝙚𝙩𝙚𝙧 𝙋𝙚𝙫𝙚𝙣𝙨𝙞𝙚]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora