parte 2 capítulo 3

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Esa noche se pasó entre dolor y más dolor, Pakistán me gritaba que siguiera pujando, desesperado como estaba por que el dolor pasará, sin darme cuenta hacía lo que él decía, pronto empeze a escuchar el llanto de un bebé

- ¿ya está? - pregunté ahogando mis gritos
- aún falta un poco, sigue pujando Chile - me dijo, yo seguí y seguí, pero sentía que no podía más, dejé de sentir el dolor que ya no aguantaba más, era como si me estuvieran triturando todos los huesos lentamente, dolió más que la vez que me torturaron, Pakistán salió de la habitación con el bebé en los brazos llorando a todo pulmón, sabía que se lo llevaba a el baño que habían preparado especialmente para asear al bebé, o algo así me habían dicho, me sentía bastante débil, mis padres entraron a la habitación y me saludaron, yo respondí a su saludo, Pakistán volvió rato después con el bebé en brazos, ya no lloraba y estaba vestido, me ayudó a sentarme, yo lo tomé en brazos y lo abraze con cuidado para no lastimarlo, Pakistán se despidió de nosotros y me recomendó que me quedara un tiempo más en cama, sentía las piernas muy débiles, mi padre tomó a mi hijo en brazos y mi madre me ayudó a llegar al baño para que me ayudará a limpiar toda la sangre que estaba manchando mis piernas, cuando volvimos, vi como los sirvientes se llevaban las sábanas manchadas de sangre, por milagro el colchón no se había manchado, por más que mi padre insistía en que él cargaria a mi hijo, yo se lo quite de los brazos y lo acomode en los míos, mi madre estaba muy feliz viendolo dormir, me llevaron a mi habitación para que descansara, deje que mis padres se llevarán a Mexle, me dijeron que mejor se lo llevarían para que no me despertara con su llanto, confíe en ellos y sin pensarlo se los pasé, me quedé dormido, encerio el cansancio me estaba matando, pensaba quedarme mínimo una semana más antes de volver al edificio, habían sido largos 9 meses y quería ver a México, pero ¿y si...en el tiempo que pasó, encontró a alguien más?, esperaba que no

*narra México*

Ya habían pasado nueve meses, había perdido total esperanza de volver a ver a Chile, Argentina decia que volvería pronto,no se lo había dicho pero él lo presentía, ya no se le veía mucho tiempo afuera de su habitación, como era mi vecino ahora, sabía bien que estaba jugando con su hijo, o haciendolo dormir, Ukrina había nacido apenas hace una semana, nació antes de lo que tenían planeado pero eso no afectó al bebé,  yo los visitaba de vez en cuando, si Chile había tenido a su hijo, calculaba que más o menos lo había tenido ayer o quizás anteayer, a pesar de mis fallidos intentos por conseguir una relación, no podía sacar a Chile de mi cabeza, por eso mejor decidí quedarme soltero, no la pasaba tan bien sólo pero me estaba acostumbrando cada vez más, los días pasaron volando. El día había amanecido con un clima bastante acogedor así que desde temprano había estado afuera, mientras silbaba una canción que acababa de inventar vi como un auto paso a toda velocidad como a dos metros de mi, como el auto era negro y tenía desconfianza gracias a problemas del pasado, preferí entrar antes de que me pasara algo, escuche la puerta de el auto cerrarse, el auto volvió a avanzar y me di vuelta para ver quien había bajado y ahí estaba él, por quien tanto esperé, con un niño en brazos que trataba de mirar su alrededor, me quedé parado sin poder reaccionar, él parecía igual

- Me_México... - dijo él con lágrimas en los ojos y una pequeña sonrisa dibujada por los ángeles
- Chile... volviste - dije trotando hacia él esperando que no fuera una ilusión
- si y no volví sólo - me dijo aún sonriendo,él miro como el auto en que había llegado se estaba alejando
- tu_tuviste un hijo - le dije,mis esperanzas de que aún estuviera soltero estaban desapareciendo
- Mex...tuvimos, te presento a nuestro hijo, se llama Mexle - me dijo, sus ojos tenían un brillo que nunca antes había visto
- ¿nuestro hijo? - le pregunté viendo al bebé, Chile con cuidado me lo dio para que lo cargara, yo lo carge sin pensarlo, Mexle miro a Chile de reojo y me miro a mi, sonrió y apretó mi dedo que le había pasado

- no te conoce y ya te quiere - dijo Chile riendo, últimamente había nevado mucho, aún así el clima era agradable, pero no creo que para un bebé fuera bueno, le dije a Chile que entraramos para no resfriarnos, Chile me habló en todo el camino, no me cansaba de escucharlo, me dijo que sus padres estaban muy contentos, se habían tomado un tiempo de vacaciones para estar con él, se supone que sólo era una semana, pero pasaron los nueve meses sin trabajar, él se había dado cuenta de que si lo querían

- cuando era niño, quizás no veía que si me querían, sólo pensaba en mi y no en ellos que se mataban trabajando - me dijo riendo, Mexle dormía cómodamente en mis brazos, Chile abrió la puerta de la habitación y un calor agradable nos recibió, Mexle se despertó llorando, como por arte de magia Chile supo lo que le pasaba

- ¿por qué llora? - pregunté como el inexperto que soy
- debe tener hambre, ¿No te molesta si le preparo su leche? - me preguntó con una mirada nerviosa
- claro que no Chile, mi casa es tu casa también, haz lo que se te de la gana - le respondí tratando de calmar a Mexle que lloraba
- esta bien - dijo buscando en un bolso que traía,sacó algunas cosas y comenzó a preparar la leche de Mexle, yo lo miraba tratando de entender que hacía, pero me perdía un poco,cuando la leche estuvo lista dentro del biberón a temperatura justa, Chile cargó a Mexle y le dio el biberón

- ¿quieres intentarlo? -me preguntó Chile
- esta bien, también es mi hijo, ¿No?
- si - me respondió sonriendo, me pasó al bebé y el biberón, no fue tan difícil, cuando terminó Chile lo cargó otravez y le dio palmaditas en la espalda, Mexle eructo y después se quedó dormido, me llamaba mucho la atención todo lo que hacía, yo estaba muy contento de tener un hijo

¿por qué no ves que te amo? (Chile x México)   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora