Kakashi estaba acostado en su habitación mirando hacia el techo con la mente todavía corriendo por el hecho de que él era el primer humano en lograr algo que nadie más había logrado; conviértete en el primer sabio serpiente. Estaba tan distraído que casi ni se dio cuenta de que Konan entraba en la habitación ... casi. Era imposible para Kakashi ignorarla, considerando el hecho de que ella estaba usando nada más que una bata de baño en ese momento; nadie podía imaginar cuánto lo excitaba. Él simplemente le respondió con calma: "Oye Konan-chan, ¿ibas a tomar una ducha o algo?"
Konan desabrochó la faja de su túnica lo suficiente para mostrar solo un poco de sus amplios pechos, "En realidad, vine a dar una pequeña recompensa por hacer al sabio Kakashi-kun. No es como si fuera a poder hacerlo. hazlo una vez que regresemos después de todo ".
Kakashi sonrió con suficiencia ante este comentario, inmediatamente respondió sentándose para quitarse la máscara y comenzó a quitarse la ropa. Al poco tiempo no llevaba nada en absoluto, "Bueno, nunca he sido de los que miran a un caballo de regalo en la boca".
Konan lo miró con ojos lujuriosos, "Este es un regalo que definitivamente vas a querer".
Inicio de limón
Konan se quitó la bata y le mostró a Kakashi algo que nunca se cansaba de ver. Llevaba un sujetador morado fino como el papel con bragas a juego junto con unas redes de pesca que completaban todo el look. Ya podía ver que sus pezones sobresalían de su ropa, tratando de asomarse a través de la tela mientras él la abrazaba con las bragas logrando llegar a donde formaba un trasero en forma de corazón perfectamente. Saltó hacia ella, con la intención de agarrarla y hacer realidad todas sus fantasías más locas. Sin embargo, ella lo detuvo en seco, "Ah ah ah, no tan rápido. Primero voy a hacer algo un poco especial para ti como preludio".
La energía de Kakashi se desinfló un poco ante eso, pero todavía estaba contenta con preguntar qué quería decir, "¿Preludio?"
Konan se rió, "Sí, tonto, primero quiero hacer un pequeño espectáculo para ti".
Kakashi estaba sudando en este punto y casi tartamudeó, pero logró mantener la compostura, "¿Un espectáculo?"
Konan dio unos pasos hacia atrás e hizo algo que Kakashi no había esperado en absoluto ... empezó a bailar lenta y sensualmente. Balanceó sus caderas hacia adelante y hacia atrás y se pasó las manos por todo el cuerpo. Volviendo a levantar las manos, agarró su propio pecho y apretó sus senos, dejando escapar un gemido sexy mientras lo hacía. Kakashi no podía tomar una decisión si encontraba esto como un paraíso o una tortura.
Luego comenzó a caminar hacia él lentamente, todavía balanceando sus caderas en el proceso, y se inclinó cerca de su rostro. Podían sentir la respiración del otro mientras se paraban de esta manera y cuando él estaba a punto de ir a besarse, ella se dio la vuelta y volvió a reír. Ella sabía que él debe estar teniendo ataques en su cabeza por cómo cada vez que parece que va a salirse con la suya, es inmediatamente rechazado. Poniendo sus manos detrás de su espalda, ella le preguntó con una sonrisa maliciosa con voz seductora, que fácilmente podía decir que estaba enviando escalofríos por su espalda, "¿Quieres ver mis pechos, Kakashi-kun? ¿Quieres que me quite esta pieza? de quitarse la ropa? "
Kakashi quería tener el control, pero por la forma en que seguía jugando con él, estaba llegando a sus límites. Él asintió vigorosamente, "¡Sí, quítatelo!"
Konan comenzó a desabrochar las correas, pero detuvo el movimiento y preguntó de manera burlona: "¿Estás seguro? ¿De verdad quieres ver mis bonitas y grandes tetas?"
En este punto, Kakashi había sobrepasado su límite y no quería nada en este punto excepto exclamar: "¡Sí, por favor!"
Konan finalmente replicó y comenzó con un movimiento para traer el resto de la ropa, "Bueno, si te sientes así de fuerte".
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Una mejor ruta
Fanfic¿Qué hubiera pasado si Minato hubiera acogido a Obito cuando se enteró de su menos que buena vida con los Uchiha? ¿Y si por eso Rin sobreviviera? ¿Y si los dos criaran a Naruto? ¿Quién lideraría el Akatsuki? Tantas preguntas, ¡pero tendrás que l...