Una mejor ruta

CAP 25

Obito se sentó en la parte superior del edificio de los Hokages, todo su cuerpo zumbaba de emoción.  Nunca pensó en un millón de años que sería el Hokage.  Todo el tiempo se sentó allí y se preguntó si su sensei había estado tan nervioso cuando tomó el puesto.  Todo lo que escuchó hablar a su sensei y Sarutobi estaba empezando a tener sentido para él.  Ese sentimiento, la presión de tener casi todos mirándote en busca de orientación y no siempre tienes la respuesta, no fue fácil.

Finalmente fue sacado de sus pensamientos cuando Sarutobi se le acercó, "Obito, es hora".

Obito se levantó y miró a Sarutobi, tenía su sombrero en las manos listo para entregárselo a Obito, "Bien, hagamos esto".

Obito dio un pequeño trago mientras miraba entre la multitud.  Sarutobi se volvió hacia él y comenzó su discurso, "Gente de la Hoja oculta, me complace poder una vez más poder darle este sombrero a un digno sucesor. A la Hoja le dolió ver a mi primer sucesor sacrificarse para salvar esta aldea,  a mí más que a nadie. Sin embargo, nos dejó una cosa asombrosa, un estudiante que solo pensaba en los demás antes que en sí mismo. Un hombre en quien realmente puedo confiar la seguridad de este pueblo. Damas y caballeros, ¡su nuevo Hokage, Obito Uchiha! "

Sarutobi le entregó el sombrero a Obito y le estrechó la mano.  Obito respiró hondo y comenzó a hablar: "Gracias a todos por este gran honor que me han confiado. No puedo decir que lo vi venir, pero prometo hacer todo lo posible para protegerlos. Yo"  Soy un hombre de pocas palabras, así que solo diré una cosa más. Protegeré este pueblo hasta mi último aliento, con eso puedes contar ".

El pueblo vitoreó y Obito hizo una última reverencia al pueblo.  Al parecer, aprobaron su nuevo Hokage.

Obito no era el único con cambios importantes en su vida, Anko también estaba encontrando su vida al revés.  Realmente no esperaba que nada saliera de su relación con Iruka, solo pensó que habrían corrido el uno con el otro por un tiempo, se darían la mano y luego seguirían adelante.  Sin embargo, para su sorpresa, en realidad empezó a gustarle.  Habían estado saliendo durante los últimos seis meses.  Su cita más reciente tuvo una gran sorpresa.

Anko se estaba divirtiendo mucho con Iruka en su puesto de dango favorito, era donde más iban en sus citas, ya que era uno de los únicos lugares en los que realmente estaban de acuerdo.  Anko e Iruka parecían ser una de esas parejas que trabajan tan bien juntas porque eran exactamente opuestos.  Anko era ruidosa, impetuosa y, en general, una persona muy animada, mientras que Iruka estaba tranquilo, relajado y un tipo sencillo.  Algo sobre los dos funcionó perfectamente juntos.  Iruka descubrió que Anko sacó su lado divertido y logró que se relajara un poco, y Anko descubrió que él era bueno ayudándola a saber cuándo controlar sus emociones.  Realmente fueron un buen partido.

Iruka estaba actualmente en el suelo riendo de una de las historias de Anko, "¿De verdad hay docenas de serpientes en el edificio del Hokage solo porque no te dejaron integrar a uno de los hombres de Orochimaru?"

Anko se encogió de hombros, "Ninguno de ellos era venenoso, solo tenía que resolver mis frustraciones, eso es todo".

Iruka finalmente consiguió dejar de reír y negó con la cabeza, "Tú y tus frustraciones, te meterán en problemas uno de estos días".

Anko sonrió dulcemente, "Sí, pero tú estarás ahí para rescatarme, ¿no?"

Iruka le dio un pequeño beso en la mejilla, "Por supuesto cariño. Sabes que amo todas tus pequeñas peculiaridades. No serías tú sin ellas".

Anko soltó sin pensar: "Y por eso te amo".

Iruka abrió los ojos como platos, "¿Qué acabas de decir?"