Capítulo 30

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Narradora

       El silencio inundaba la extensa habitación, solo el zumbido del aire atravesando la ventana era lo único que lograba escucharse, Rapunzel seguía de pie junto a la ventana sin moverse ni un poco, desde que Hiccup se había marchado permaneció quieta asimilando todo lo ocurrido en su cabeza. Pascal la noto triste en su expresión y se acurrucó en su pie para darle de su cariño, Rapunzel lo observo y le sonrió emotiva, se inclino hacia él y le ofreció sus manos a lo que el camaleón se subió en ellas.

—Vamos Pascal, hay que dormir un poco.—dijo con un tono cansado.

       Se dirigió a las escaleras y comenzó a subirlas en dirección a su habitación, con la mirada baja, sostuvo de sus cortinas y las hizo a un lado para poder entrar. En cuanto alzo su mirada vio a su madre recostada en su cama durmiendo.

—Madre.—dijo en alto, sus ojos se abrieron por completo de la sorpresa.

       Su madre se sobresalto del susto y se inclino para sentarse sobre la cama, la miro de pies a cabeza examinándola por completo, parpadeo un par de veces para asegurarse de que de verdad estaba viendo a su hija.

—¡Rapunzel!—no lo piensa ni un segundo, cuando se levanta rápidamente y corre hasta la rubia para abrazarla—Eres tú.

—¡Madre!—dice nuevamente con sorpresa y confusión—¿pero que, qué haces aquí? creí que regresarías hasta la próxima semana.

       Las manos de su madre rodean los hombros de la chica y la hicieron caminar hacia su cama, hace que ambas se sienten.

—Yo...estaba de camino al reino, cuando me di cuenta había olvidado un par de cosas para el viaje, así que regrese y cuando lo hice no te encontré.—cuenta de manera apresurada y agitada mientras se limpia las lagrimas de los ojos—Me preocupe tanto cuando no te encontré así que salí a buscarte, me puse como loca y te busque por todo el bosque pero no aparecias...yo....yo no sabia que hacer.

—Madre...—la llama con tristeza.

—Regresé a la torre, pensé que si tal vez volvías yo debía estar aquí, sin importar cuanto tiempo te llevara volver.—la toma con sus manos del rostro y sonríe de felicidad, pega sus frentes y suspira con un inmenso alivio.

—Madre...tengo que decirte algo.—apenas susurra Rapunzel, sin estar segura de que sea buena idea, su madre no dice nada y le otorga la palabra—Fue mi decisión...

—¿De qué hablas querida?—pregunta ella apartándose lentamente, mirándola fijamente.

—Yo decidí irme...—dice en un susurro mientras comenzaba a sollozar—...yo lo decidí y no sabes como lo siento.

       Rompe en llanto y baja la mirada sin poder siquiera mirar a su madre, quien la mira por completo preocupada y no duda en abrazarla, Rapunzel la rodea y abraza fuertemente al sentir su amor incondicional, a pesar de que había roto la única regla que su madre había decretado, ella estaba ahí abrazándola después de saber que la había roto.

—Lo siento tanto madre.—dice una vez más aferrándose mas a ella.

—Shh...—le acaricia el cabello suavemente de arriba a abajo—...tranquila.

—Tenias razón, tenias razón en todo madre.—comienza a negar con la cabeza sobre el pecho de su madre—Nunca debí de haber salido.

—Lo sé, lo sé.—dice en pausas y susurros, por ultimo deposita un beso sobre el cabello de Rapunzel—Pero esta bien, ya estas aquí y yo estoy aquí, todo a vuelto a la normalidad.

       Nuevamente la toma de los hombros y la aparta para mirarla a los ojos, desliza sus manos hasta sus mejillas y limpia de sus lágrimas.

—Todo estará bien.—le dice mientras le demuestra una sonrisa, Rapunzel levanta la mirada—Te prepararé de cenar.

[Jarida] Nuestro Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora