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Otra vez, no recuerdo mucho mi sueño. Todo era borroso y no reconocía mi entorno. Parecía estar entre la neblina otra vez. 

Comencé a desesperarme cuando, luego de veintidós pasos, no llegué al callejón. ¿Dónde estaba? 

Escuché una voz llamarme. ¿Gwangil? No, la voz era femenina. ¿Mamá? ¿Qué hacía mamá ahí? ¿Qué estaba pasando?

Claramente, mi cerebro tonto no recordaba que se me había hecho muy tarde, por lo que había perdido el último tren de la noche para volver al departamento, así que mis padres me obligaron a quedarme en casa. 

Por más preocupado que pudiera estar, la cosa ya estaba yéndose de las manos. 

Decidí que tengo que averiguar quién es aquél chico que aparece siempre en mis sueños, o episodios, y ponerle fin a esto.



Sangyeop, 24 de enero.

Diario de un sonámbulo || LUCYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora