7.4K 282 44
                                    

De un puertazo cerró la puerta la pelinegra su habitación, echa furia y tristeza, dejo que su cuerpo descubriera lo frio que estaba el suelo, importandole poco si se resfriaba. Su padre nuevamente había tocado el tema de su madre, hablando mal de ella y la menor.

Su padre en sí era una completa basura, solo queria hacerle daño a la menor, nunca fue planiada, pero su madre deseaba tener un bebé con la persona que ella amaba. Pero las cosas no salieron como ella creía.

Hubo muchos intentos de suicidio por parte de Soohee, pensaba que si se mataba volvería a ver ese bello angel llamado, su madre.

Dejo de lado los pensamientos de querer asesinar a su padre y hermanastro, y comenzó a taparse los pequeños y grandes moretones de su cuerpo, agradecía que su padre no le alla golpeado en el rostro.

Se preparó para ir a conocer a la nueva novia de su amiga Yeeun, no podía creer que estaba saliendo con alguien, ella era realmente una persona mujeriega, que no le gustaba estar en relación, pero lo que uno dice, despues se contradice.

Adornó sus ojos con un pequeño delineado, rimel y su labial rojo sangre sabor cereza. Se puso lo primero que encontró, no seria una ocasión grande.

 Se puso lo primero que encontró, no seria una ocasión grande

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


R

oció su cuerpo con un poco de su perfume dulce, deleitándose hasta ella misma con el dulce olor.
Tomó el celular debajo de su almohada contestando la insistente llamada de su amiga.

─ ¿Que carajos quieres?.

─ Estoy en tu puerta, perra.

Guardó su celular despues de colgar la llamada en su pequeño bolso negro, seguido de sus llaves y labial.

Camino hasta la puerta de entrada y abrió esta llamando la atención de una rubia con un vestido rojo abultando sus senos, sentada en el sofá de la casa con  su acompañante quien era nada mas y nada menos que el baboso de su padre.

Dejo de prestar atención a esa escena asquerosa para ella, y se encaminó hasta la camioneta de la insistente HyunA.

La pelinegra fingiendo una sonrisa, entro a la gran camioneta recibida con un fuerte beso en su mejilla, la castaña notó que su amiga estaba fingiendo, y no calló.

─ No finjas una sonrisa ─hablo la castaña, fijando su mirada en el volante, para no mirar a la menor, si la veía lloraría.

La pelinegra borro su sonrisa, y se prometió mentalmente no llorar, sus ojos estaban algo hinchados por el anterior llanto, y no queria tener dos pelotas en sus ojos.

Solo dedico a mirar por la ventana y como el viento corria su cabello de su cara. Estaba tan tranquila cuando estaba fuera de su casa, que a veces ni siquiera queria volver.

─ ¿Cuando te mudarás con nosotras? ─preguntó la castaña frenando el carro en el semáforo en rojo, girandosé hacia su amiga.

─ Lo antes posible ─respondió volteando a verla─ No quiero seguir en esa casa.

jjk | conejita +¹⁸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora