Corazón de primavera

578 49 5
                                    

La gótica estaba en su habitación a oscuras, esta solo era iluminada por el televisor que tenía encendido con la opción de silencio activada. Tenía en sus manos aquel peluche del murciélago blanco que años atrás le habían regalado. Su mirada develaba un mar de confusión y dudas por el destino de su hermanastra. Ella sabía que la última vez que la vio fue un domingo en la noche, ya que su padre iba a llevarla a donde su madre, pero al parecer nunca llego y la excusa que dio el hombre fue que la había dejado en el centro de la ciudad de Toledo por petición de ella...

Era extraño todo eso, ¿Por qué ella pediría algo así? No es que tuviera malas mañas en su ciudad natal, ella tenía amigos igual de responsables y sanos que ella, era la mejor de su clase, con conocimientos bastante avanzados en Electrónica... Su futuro se veía brillante, entonces... ¿Qué paso? ¿De verdad ella pidió que la dejaran allí? La chica de cabellera negra tenía una extraña sensación cuando pensaba a fondo todo ese asunto, era como si algo se revolviera en su estómago... Ella lo presentía, había algo más en esta historia de lo que se cuenta, era como si la voz de su hermanastra le gritara desde donde sea que este de que le paso algo... Algo muy malo.

-"Mitchell... ¿Qué te habrá pasado?"- Pensó la chica mientras seguía viendo aquel peluche.

Ella se levanta y revisa su teléfono, tenía un mensaje de Lincoln preguntando como estaba y si había llegado bien, además de otro de Kasserine que le preguntaba cómo le fue con Lincoln y una carita guiñando. Ella sonríe y se guarda el teléfono en el bolsillo, más tarde les iba a contestar, por mientras ella traba la puerta de su habitación y saca de la mochila el arma que tomo del almacén. Sabía muy poco de ellas, pero no era totalmente ajena a un arma, ya que el hermano de Kasserine trabaja en un campo de tiro y a veces ambas van a su lugar de trabajo a hacerle una visita y en una de esas, él le enseño lo básico de un arma, como funcionaba, como se recargaba, como se le colocaba el seguro y como era la pose correcta para poder disparar.

Sabía que debía mantener esa cosa oculta si no quería problemas, así que la escondió debajo de su cama, dentro de una caja de madera que solo ella podría abrir. Solo la iría a usar en caso de que su vida estuviera verdaderamente en riesgo. Ella saca su teléfono de su bolsillo y responde los mensajes pendientes para luego mirar la galería y ver las fotos que saco.

-"La llave está en la puerta del sol... ¿Qué rayos significa eso?"- Se preguntó mientras veía la foto en su teléfono.

Ella suspira, se sentía estancada cuando intentaba pensar en un significado para eso... Digo, si es que tiene alguno, ya que pareciera que es algo que escribió en estado de ebriedad o con algunos alucinógenos encima. Ella se levanta y sale de su habitación, tenía sed así que fue a la cocina por un vaso de agua, solo esperaba que no estuvieran allí porque lo último que quería era discutir.

Ella llega a la cocina y se sirve un vaso de agua del grifo, la bebe y luego deja el vaso en el fregadero.

-¡Maggie!-Exclamo una voz masculina.

-"Me lleva la gran..."- Penso Maggie con el enojo emergiendo de su ser-. ¿Si?

-¿Por qué rayos le contestaste asi a tu madre?- Pregunto el hombre, a lo cual Maggie hace una mueca de confusión.

-¿Qué?- Pregunto la chica con disgusto en su voz-. ¡Ah! ¿Te refieres a lo de ayer?... ¡Eso fue ayer! ¿No se supone que debiste discutirlo ayer mismo en vez de esperar un día entero?

-Ayer te escondiste en tu porquería de habitación y hoy en la mañana no te vi.- Respondió el hombre con una voz que debelaba que estaba muy enojado, el fuerte olor a alcohol le hizo entender a Maggie que estaba bastante ebrio, habría que tener mucho cuidado-. ¡Respóndeme! ¡Que paso con ese respeto hacia tus padres!

Amor y Dolor (2008)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora