Ángel Love (CV y Tú) [Terminada]

Vida Humana

Uriel:
Qué te tiene tan pensativo hermano.

Amenadiel:
Acabo de recordar lo que pasó con Tn___ y Ariel.

Uriel:
La pequeña Lariel, has cuidado bien de  ella.

Amenadiel:
¿Ya la viste?

Uriel:
Sí, no me ha llamado pero la vi mientras vigilaba que Mariel esté a salvo de Suriel.

Amenadiel:
Yo fui el culpable de sus desgracias... Ariel está aquí por su lealtad hacia mí, ella sufrió la pérdida de sus alas y Tn__ al bajar se enamoró de un humano, ha pecado al fornicar con este y... Eso hará que ella también pierda sus alas y yo soy el único culpable de todo eso.

Uriel:
De qué hablas hermano.

Amenadiel:
Ellas no fueron creadas como nosotros Uriel.

Uriel:
Lo sé, el secreto de su creación sólo lo conoce padre.

Amenadiel:
No, yo también lo sé y quiero que lo sepas.

Uriel:
Te escucho.

Amenadiel:
Hace mucho tiempo cuando padre creó a los humanos y poblaron la tierra existía una pareja de esposos, ellos deseaban tener un hijo pero la mujer no era fértil aún así ellos tenían mucha fé, padre me envió a darles su bendición.

Como era de esperarse estaba emocionado, era mi primer mensaje de nuestro padre para un humano, así que usé todo mi poder para bendecir a la mujer, tiempo despues de ella nacieron Mariel y Lariel lo sé porque yo les di sus nombres, dos bebés tan distintas, la una era rubia mientras que la otra era morena, estaba realmente feliz cuando nacieron.

Pero en ese tiempo no existían los ángeles de la muerte así que no conocía sus destinos, no sabía que 1 día después de su nacimiento ellas morirían por un defecto en su corazón.

Uriel:
¿Qué?, ¿Cómo es eso posible? Fueron una bendición debían vivir sin importar qué.

Amenadiel:
No sé si fué una prueba o lección de padre para mí, ya sabes como es, no sé si el conocía de ese destino aunque es lo más probable, él lo sabe todo.
Las bebés murieron y sus padres sufrieron a más no poder, Azrael fué por ellas personalmente, mientras él lo hacía le rogué a nuestro padre que no envíe mi primera bendición al olvido, le pregunté en qué fallé, me lamenté y le supliqué, pensé que no haría nada pero Azrael trajo las almas de las pequeñas padre las tomó y Azrael se marchó, me miró y empezó a esculpir sus almas, las convirtió en ángeles dándoles preciosas alas y luego frente a todos nosotros les entregó sus dones.