𝐓𝐇𝐄 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍'𝐒 𝐆𝐀𝐌𝐁𝐈𝐓━━𝐛𝐞𝐧𝐧𝐲 𝐰𝐚𝐭𝐭𝐬

𝟎𝟏𝟗. 𝐏𝐚𝐢𝐧𝐭𝐢𝐧𝐠𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐫𝐞𝐮𝐧𝐢𝐨𝐧𝐬

( 𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒏𝒊𝒏𝒆𝒕𝒆𝒆𝒏:
𝑷𝒂𝒊𝒏𝒕𝒊𝒏𝒈𝒔 𝒂𝒏𝒅 𝒓𝒆𝒖𝒏𝒊𝒐𝒏𝒔 )

𝐒𝐄 𝐑𝐄𝐌𝐔𝐄𝐕𝐄 𝐄𝐍 𝐒𝐔 𝐋𝐔𝐆𝐀𝐑 y la ansiedad la trae de vuelta a la realidad. Todos sus músculos se sienten agarrotados y tensos, pero, a pesar de eso, la emoción no se marcha.

El lugar está lleno en su totalidad, así que puede adivinar que pronto el concurso de pinturas comenzará. Vuelca su atención hacia enfrente solo para corroborar que Beth sigue ahí, apoyando a la pelinegra.

Pero, entonces, su atención se vuelca en dirección al hombre que comenzó a hablar, dando una serie de instrucciones.

A Fleur no le toma demasiado tiempo entenderlas, y al cabo de unos minutos el concurso comienza.

Mira de reojo en dirección a los demás pintores, y es capaz de notar cuan tensos se han puesto de un momento a otro. Entonces, sus entrañas se revuelven con nerviosismo y ansiedad.

No se mueve. Tampoco hace nada. Trata de procesar está nueva sensación sin éxito alguno y se queda ahí, con la mirada clavada en la nada y un mar de sensaciones arremolinandose en su pecho.

Vuelca su atención en el pintor más cercano, y este solo pinta flores. Gira a su lado contrario, y el siguiente, solo pinta una especie de jardín.

De pronto, observa los cuadros de todos, y todos parecen pintar lo mismo. Sus ojos se cierran mientras trata de borrar los desencajados pensamientos de su memoria. El temblor de sus manos es cada vez más intento, así que presiona sus palmas contra sus rodillas, en un intento por disminuir la ansiedad que comienza a carcomer su interior. La opresión en su caja torácica apenas le permite respirar.

Su mandíbula se aprieta y tiene que reprimir el impulso que tiene de salir corriendo. Entonces, abre los ojos y deja que su pincel se mueva con libertad sobre su blanco lienzo.

( ... )

Un brazo se envuelve por encima de sus hombros y siente el calor de su cuerpo cuando la acerca a ella para darle un abrazo torpe y largo. Aferra el trofeo de su mano para no dejarlo caer. Entonces se aparta un poco y la mira a los ojos.

—¡Estoy tan orgullosa de ti!—La sonrisa suave en los labios de Beth, le hace sentir mucho mejor de lo que debería.

La gente comienza a dispersarse, entonces Beth se aparta para ir a lo que parece un puesto de artesanías.

Fleur observa el trofeo en sus manos,—Sabia que lo harías...—escucho decir, toda la sangre se drena de su rostro en el instante en el que escucha su voz.

Fleur gira bruscamente, y es entonces cuando lo ve.

Los latidos de su corazón son feroces y violentos. Le toma un par de segundos apaciguar el latir desbocado de su corazón y disminuir el temblor de sus extremidades, pero una vez que logro controlarlos se echa andar hasta él.

Apenas ha avanzado un par de pasos, cuando su aroma invade sus fosas nasales. Los nervios llegan a ella conforme se acerca a él, y de pronto, siente como un puñado de rocas hubiese sido arrojado dentro de su estómago con brusquedad.

Entonces lo abraza.

Está frente a él, con los brazos alrededor de sus hombros y las manos sobre su cabello, mientras trata de mantener una postura calmada y serena. Es totalmente consciente de la forma en la que su respiración golpea su cuello y la sensación extraña que causa la punta de su nariz junto a la piel caliente que hay entre su hombro y su mandíbula. Sus brazos la rodean por la cintura, pero sus manos han relajado su agarre desesperado en su ropa. Ahora solo es un tacto sobre el material y nada más. Los puños cerrados sobre su vestido se han relajado hasta ser suaves palmas presionando sobre su piel cubierta.

No puede hacer otra cosa que no sea sostenerlo. Tema que pueda escuchar el latir desbocado de su corazón. Tema que pueda notar el temblor de su cuerpo y que se dé cuenta del efecto abrumador que tiene en ella.

Benny sale de su escondite y se aparta un poco para mirarla. Y es capaz de sentir el calor de su cercanía en cada célula de su cuerpo.

—¿Que haces aquí?—inquiere, al cabo de un rato.

—Te dije que me gustaría verte ganar—menciono—. Además, hay un tema del que debemos hablar...