Pasado: "Alguien a quien solía conocer"

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El primer mes de clases había sido un infierno para Betania, no había vuelto a ver ni a Fred, ni a George, ni a Lee desde que se bajaron del tren, suponía que no querían saber nada de ella, ya que le habían dicho que los de Slytherin les caían pésimo, lo cual la ponía triste. Además, no se llevaba para nada bien con sus compañeros de casa, la única amiga que había hecho era Daphne Greengrass con quien pasaba la mayor parte del tiempo, pero a pesar de que la chica era simpática y no pro sangre pura (o por lo menos no lo iba gritando a los cuatro vientos como el resto de sus compañeros) no estaban en la misma sintonía, B tenía un gran gusto por romper las reglas (ya la habían castigado 3 veces por hablar mucho en clases), en cambio, a Daphne le gustaba seguir las reglas y no meterse en problemas.

Las personas de las otras casas con suerte le dirigían la mirada, Slytherin estaba estigmatizada como la casa de los problemáticos, los magos oscuros y las personas que todos odiaban y llevar el apellido Black no hacía más que aumentar el prejuicio que la gente tenía sobre B. Por otro lado, si bien los de su casa le prestaban bastante atención, B no se sentía cómoda alrededor de ellos, ya que la gran mayoría tenía ideales que la chica no compartía y miraban con aire de superioridad al resto de las casas y las personas, algo con lo que B no estaba de acuerdo.

Sin embargo, el mayor problema para B y lo que le había causado el mayor sufrimiento fue volver a encontrarse con Draco Malfoy. La chica había convivido con él en la época en que vivía con su abuela, habían pasado juntos muchas navidades, pascuas y momentos felices que habían hecho que en algún momento de su vida lo hubiera considerado como su hermano. No obstante, cuando se fue a vivir con los Tonks Betania perdió inmediatamente todo el contacto que tenía con Draco, le había escrito un par de cartas para saber de él, pero ninguna había tenido respuesta. A pesar de que no se lo decía a nadie lo extrañaba y tenía la esperanza de volver a compartir con él ahora que ambos estaban en la misa escuela, no obstante, apenas llegó a Hogwarts B se dio cuenta de que ya no quedaba nada del Draco que ella conocía, aquel con el que podía pasarse las tardes enteras jugando e ideando planes para robar comida de la cocina a pesar de las ordenes de los adultos y la única persona que le había mostrado algo de cariño durante sus primeros años de vida. Draco se había convertido en una persona fría, pro sangre pura, que miraba con asco cada vez que veía a algún nacido muggle o traidor de la sangre, era el fiel reflejo de su padre. Si bien el rubio nunca había sido una persona muy afectiva, de pequeño si mostraba, a su manera, cierta preocupación por la gente, pero hoy en día parecía ser que la única persona que le importaba era él, el resto lo tenía sin cuidado.

La primera vez que lo vio fue cuando Draco fue a sentarse a la mesa de Slytherin luego de haber sido seleccionado en la casa, el chico solo la miró fríamente y se giró a hablar con el resto de la mesa antes de que B pudiera decir cualquier cosa. El resto de sus encuentros (que eran varios, pues estaban en la misma casa) habían sido parecidos, Draco solo la miraba con desprecio antes de seguir con lo suyo, rara vez le dirigía la palabra y cuando lo hacía era para molestarla y llamarla traidora a la sangre. B se sentía pésimo y debes en cuando iba al baño a llorar, no le gustaba su casa, la mayoría de sus compañeros no le agradaban, ya que miraban en menos al resto y Draco actuaba como si ella fuera una simple conocida y compañera de casa y no como la que alguna vez había sido prácticamente su hermana. Lo que B en ese momento no sabia, era que tras la indiferencia de Draco no se ocultaba el odio y asco por el hecho de que a la chica le agradaban los muggles, si no más bien se escondía el dolor, un dolor que a B le tomaría muchos años descubrir.

La chica pasaba sus días jugando con Daphne, vagando por la noche por el castillo (lo que no estaba permitido) para poder descubrir mucho más de él y haciendo sus deberes, ya que, a pesar de que B era muy buena rompiendo las reglas, era también una muy buena estudiante de excelentes calificaciones. También le escribía constantemente a su familia, quienes le pasaban mandando dulces y mensajes de aliento, el más importante lo había recibido una semana después de llegar a la escuela, luego de que le hubiera mandado una carta a sus padres (B consideraba a Andrómeda y Ted como sus padres) contándoles que a pesar de todos sus deseos había quedado en Slytherin, para subirle el animo Andrómeda le había escrito lo siguiente:

Imperio Black || Fred Weasley ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora