Imperio Black || Fred Weasley ~

Pasado: "Suiza"

Betania acababa de llegar al gran comedor junto con Daphne y Astoria, la hermana menor de Daphne para almorzar, como era domingo las mesas no estaban tan llenas, porque todos los alumnos llegaban a distintas horas a comer. Sin embargo, para mala suerte de B la pandilla de Draco Malfoy había decidido almorzar a esa misma hora y no habían encontrado mejor idea que sentarse al lado de las chicas. Ellas siguieron con su conversación, pero B podía escuchar a ratos a la pandilla, especialmente Draco, quejarse contra Harry Potter y sus amigos y decir que consideraban que todos los profesores los favorecían, regalándoles puntos cuando solo eran un par de inútiles que no se merecían estar en la escuela.

-Nos vemos en la cena- se despidió B de las hermanas Greengrass cuando terminó de almorzar, había quedado de juntarse con los gemelos Weasley y Lee Jordan, quienes ya habían terminado de almorzar hace como media hora (B los había visto pararse de la mesa de Gryffindor al otro extremo del salón), por lo que ya iba bastante atrasada.

Las Greengrass se despidieron de ella y B se levantó para irse, sin embargo, antes de que pudiera avanzar mucho escuchó a Draco Malfoy llamarla.

-¡Black!- gritó el chico rubio. B se detuvo y se acerco a él, seria y sabiendo que el chico no le diría nada bueno. 

Desde que se habían vuelto a ver (el año pasado) la relación entre B y Draco había sido tensa, no se dirigían la palabra a menos que fuera completamente necesario y si bien nunca se atacaban mutuamente, pasaban lanzándose miradas que estaban cargadas de odio y dolor y el hecho de que hubieran quedado en la misma casa no hacía más que empeorar la relación, ya que la forma en la que varios de los de Slytherin actuaban (entre ellos Draco), especialmente en el campo de Quidditch, no le parecía correcta a B y la chica no se molestaba en disimular su disgusto, razón por la cual Malfoy y su grupo la consideran una traidora a la casa, por no apoyarlos fehacientemente.

A pesar de lo que ambos sentían por el otro y de que era de esperar que en cualquier momento estallara entre ellos la tercera guerra mundial, lo cual traería grandes problemas para la escuela en general, dado que ambos eran magos muy poderosos, ninguno era capaz de atacar al otro, a lo más se decían "traidora" o "actúas como un idiota", pero no eran capaces de llevar su rivalidad al nivel de la que existía entre la pandilla de Malfoy y los Weasley-Potter-Granger. Esto se debía a que, a pesar de lo que los dos creían, internamente, en el fondo de su corazón, se seguían queriendo y todo el desprecio que se mostraban mutuamente eran en verdad ganas y esperanzas de que algún día volvieran a compartir juntos. A los dos les tomó años saberlo y reconocerlo, pero lo cierto es que, a pesar de todo, ambos se protegían y cuidaban a muerte.

-¿Qué quieres?- preguntó B impaciente, pues quería ir rápido a juntarse con sus amigos. Le lanzó una mirada de odio al grupo (Draco, Crabbe, Goyle y Pansy) y estos se la respondieron de vuelta.

-Se que escuchaste nuestra conversación- le respondió el chico rubio, B no trató de hacerse la sorprendida, la tenía sin cuidado  si Draco la pillaba espiando sus conversaciones- Y espero que esta vez, a diferencia de las anteriores, si nos apoyes- A pesar de que Draco intentó mirarla de forma amenazante, como queriendo decir "o pagarás las consecuencias", esto no le resultó muy bien y la terminó mirando como siempre lo hacía.

-Somos tu casa, es tu deber apoyarnos- confirmó Pansy mirándola con disgusto.

B sonrió maliciosamente, se irguió más aun de lo que ya estaba y mirando fijamente a Draco dijo:

-Hay algo que todos ustedes deberían entender, especialmente tu Draco querido y es que..... yo soy como Suiza, un país bello, rico y no me meto en las guerras de nadie.

Sin esperar a que le contestaran la chica se dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la salida, pero antes de dar más de 10 pasos se giró para quedarse viendo a Draco con una sonrisa malévola en la cara y dijo: