Lo que solía ser - Minwon

17.

La semana antes del Día de Acción de Gracias, Mingyu y Wonwoo cambiaron el Volkswagen Beetle y lo cambiaron por un Honda Odyssey 2016 nuevo y brillante. Mingyu nunca se imaginó a sí mismo como el dueño de una minivan, pero se encontró particularmente encantado con los asientos delanteros con calefacción y la capacidad de la minivan para reproducir música en su teléfono o en el de Wonwoo, además de cualquier cosa que Mingyu pudiera encontrar en Youtube y aplicaciones de música.

"Puedo enseñarte a conducirlo", ofreció Wonwoo, "Podemos ir para tomar tu examen de permiso, comenzar para que puedas obtener una licencia".

Mingyu sonrió y respondió: "Diablos, sí. Vamos a hacerlo".

Esa misma semana, los cinco más Winter se subieron a la nueva minivan para recortar el pelo de los tres cachorros antes de conocer a sus tías, su abuelo y abuela. Wonwoo gastó una cantidad exorbitante de dinero en ropa de vestir para ellos y para Mingyu, después de lo cual el peso combinado del número en la caja registradora y las otras personas en la tienda arrastró a Mingyu a un episodio que duró hasta que aparcaron la minivan en el garaje.

El día antes del Día de Acción de Gracias, Mingyu limpió a sus cachorros, les peinó el cabello oscuro y miró como un halcón mientras se cepillaban los dientes. Después de llevarlos a la cama, se dio un baño propio, un relajante baño de burbujas que esperaba que pudiera contener el cosquilleo de ansiedad que había estado subiendo por su columna.

Quería ver a su familia. Él lo quería. Mingyu extrañaba a su mamá y a su papá, y extrañaba a cada una de sus hermanas. Sabía que su mamá le aseguró que no creía que nada de lo que sucedió con WooBin fuera culpa suya, pero a su cerebro le costaba estar de acuerdo. Luchó consigo mismo mientras se sumergía en la bañera y, finalmente, después de afeitarse la barba incipiente de la mandíbula y vestirse con un pijama, Mingyu cedió y tomó un par de pastillas.

Wonwoo lo vigiló durante todo momento y envolvió sus brazos alrededor de Mingyu tan pronto como se subieron a la cama, instando a Mingyu a que asimilara su aroma alfa y se calmara. El esfuerzo, junto con las pastillas, arrulló a Mingyu en un sueño intermitente del que se despertó en menos de tres horas más tarde, tambaleándose por el pánico tras una pesadilla.

Wonwoo frotó la espalda de Mingyu y murmuró palabras suaves para calmarlo. Cuando Mingyu cayó por segunda vez, se quedó dormido y cuando despertó no podía recordar si había soñado o no.

Mingyu se quitó los enredos del cabello y se peinó. Le pidió a Wonwoo que le volviera a enseñar a planchar, porque no quería arruinar su camisa nueva de su desastroso viaje de compras la semana anterior, y revoloteó como una sombra mientras Wonwoo le mostraba pacientemente a Mingyu cómo eliminar las arrugas de la tela. Después, Mingyu se vistió con su camisa a cuadros negros, sus jeans más bonitos y un par de mocasines.

"Vaya", comentó Wonwoo, cuando el menor salió del dormitorio principal, "Te ves genial, Gyu".

"¿Eso crees?" preguntó, con un tirón nervioso de la parte inferior de su camisa, "Yo solo - solo quiero dar una buena impresión. Saben que estoy loco, pero no tengo por qué parecerlo, ¿verdad?".

"No estás loco", dijo Wonwoo. Le entregó a Mingyu su típica taza de té matutino, la cual aceptó con gratitud.

Aun así le dijo a Wonwoo: "Estamos de acuerdo en no estar de acuerdo, en ese caso".

Wonwoo puso los ojos en blanco y se inclinó para darle un suave beso que Mingyu sintió hasta los dedos de los pies. Le sonrió a Wonwoo antes de que pudiera evitarlo, pero tuvo poco tiempo para quedarse pensando en el momento en que los cachorros comenzaron a caminar penosamente hacia la cocina para desayunar. Al mediodía llegaría la familia de Mingyu y él quería que los cachorros tuvieran el mejor aspecto posible. A través de un esfuerzo conjunto con Wonwoo, alimentó a los cachorros, peinó a las niñas y las arregló con sus ropas de vestir. A XiaoFeng le encantó su vestido azul con banda dorada y anunció que era una princesa como Cenicienta, mientras que Seo lucía un rosa brillante menos discreto.