Russian Roulette [Evan Peters]

Capítulo 2: La selección.

Subí las luminosas escaleras. Un letrero de neón indicaba que la sala vip se encontraba a la derecha, así que giré en esa dirección.  Me encontré con dos hombres corpulentos, vestidos igual que el que me entregó la invitación.

Ni siquera se inmutaron con mi presencia.

— Vengo a la reunión.

Salió un tercer hombre, con la misma vestimenta.

— Venga un momento, señorita.

Le seguí hacia una pequeña sala.

— Y bien —dijo— ¿cuales son sus motivos para suicidarse?

— Los mismos para los cuales sigo viviendo. Busco aventuras, ¿y qué aventura es más grande que la muerte?

El hombre sonrió.

— No tengo objección alguna contra su respuesta. Puedes entrar al club. Pase por la puerta de la derecha. 

Me levanté e hice lo que ese hombre indicaba.

La puerta me llevó a una sala bastante grande, con una gran mesa central rodeada de trece sillas, una de ellas con aspecto de trono.

Había varias personas más en la sala: seis chicas y tres chicos, que hablaban entre ellos, relajados.

Estaba dispuesta a saludarlos y a unirme a su conversación, cuando de pronto sonó una alarma.

— Bienvenidos, podéis ocupar vuestros lugares antes de que yo empiece a explicaros de qué va esto  —dijo un hombre, vestido con un traje  blanco, que se sentó en el trono.

Me senté en una de las sillas, entre una chica rubia con un vestido azul noche que brillaba demasiado y un chico castaño con pecas, que llevaba puesta una camiseta de un grupo que realmente me gustaba. Quedaron dos sillas vacías al lado del trono.

— Antes de nada, ya no podéis salir de aquí. O mejor dicho, sólo uno de vosotros saldrá de aquí con vida —el hombre sonrió misteriosamente— como véis, sobran dos sillas. Un chico y una chica no superaron el proceso de selección. Ella lo aceptó y se fue. Él debería haber hecho lo mismo. 

— ¿A qué se refiere con "debería"? —preguntó una chica con el pelo corto, que tenía un tatuaje de una rosa negra cubriéndole el hombro izquierdo.

— Puedes tutearme, estamos en confianza —respondió con una risita— y ahora os lo mostraré.

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Aquí os dejo el segundo capítulo, pronto empezará la acción.

Espero que lo disfrutéis.

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