Mi erizo vampiro ~ ♥ [+16]

Capítulo 32 ~ the third season ~ Viaje.

[Capítulo no apto para todo público.]

Al día siguiente todos ya estaban despiertos, pues siempre los pajarillos eran quienes anunciaban la llegada del amanecer.

-- ¡Cream! -- la eriza abrió sus brazos a su mejor amiga envolviéndola en un abrazo.

-- Eh... Eh... ¿Hola? -- la miró la coneja extrañada pues "no la conocía".

La coneja miró rápidamente el cuello de la eriza.

-- Tengo mucha hambre. -- dijo sin poder controlarse.

-- ¿Eh? -- soltó aterrada a la coneja.

-- Oye, oye -- intervino el azul -- No puedes ir por ahí mordiendo a cualquiera, mejor come la carne del refrigerador, hay un poco. -- le guiñó ante la sugerencia.

-- Gracias y p-perdón -- dijo nerviosa -- yo iré por la comida.

La vampirezca conejita se adentró en la cabaña en busca de la comida.

"¿Por qué no logro recordar nada?" -- se preguntaba mientras al caminar notó una ventana -- "Debo salir de aquí, no confío en ellos." -- se dispuso por escapar por aquella ventana sin importar nada. Con cautela dió unos tres pasos, cuando alguien la tomó por sopresa, cubriéndole la boca y al mismo tiempo atrayéndola de regreso para que así no escapara, aferrandola fuertemente hacia la pared, aún haciendo que ella no pudiera emitir sonido alguno.

-- ¿A dónde crees que vas? -- le dijo aque zorro de ojos celestes intensos.

-- ¡No es de tu incumben... -- se detuvo.

-- Shh, no querrás que se enteren de que escaparías, ¿verdad? -- astutamente le cuestionó.

Ella solo se limitó a quedarse callada y sonrojar, pues él tenía razón y no tenía otra alternativa más que mirarlo con fastidio.

-- Eso es lo que pensé. -- imponente le dice.

Apretando fuertemente su mejilla la atrae hacia él para besarla sin previo aviso, ella sintió como su cuerpo simplemente sintió un alivio al sentir esos labios "familiares" y por alguna extraña razón le siguió la corriente, abrazándolo desde el cuello y despeinando su rubio pelaje para luego separarse por unos segundos con sus lenguas pegadas, ambos jadearon al mismo tiempo para volver a retomar el beso más apasionadamente.

-- "Mm..." -- gemían por lo bajo mientras ambos con sus manos aferraban sus rostros el uno del otro.

La coneja a los pocos segundos se percató de lo que estaba haciendo, abrió los ojos para luego recapacitar; apartó al zorro bruscamente haciendo que este retrocedira y se sorprendiera por el repentino acto.

-- ¡N-No vuelva a acercarte a mi!. -- le ordenó sonrojada aunque al mismo tiempo enojada.

El zorro por otro lado solo entrecerró sus bellos ojos cielo, lo hirió con esas palabras, pero su orgullo lo obligó a inmutarse.

-- Bien, como quieras. -- serio y frío contestó.

Pasaron horas y horas, la noche ya había llegado nuevamente y una eriza de radiantes ojos jade se encontraba pensativa, le costaba dormir de tan solo pensar en que el rey pudiese volver y vengarse de ella por haberle desobedecido. Poco después alguien la sorprendió abrazándola desde la cintura por detrás.