La apuesta

Primera vez en navidad

Jueves, 25 de diciembre

Busco a Joaquín en su casa y vamos en
el auto hasta la mía, hoy intentó verse
mejor, pero sigue siendo el
.
Cuando llegamos a la casa saluda a
mi hermano y mi nana, Eduardo me
apresura con el tiempo pero apenas
hemos llegado; hoy cenaremos con mis
padres por navidad, estaremos todos y
también porque quieren conocerlo, no
les hará nada bien, tal vez, después de la cena hablaran mal de el, dirán que no puedo volver a salir con el por no tener dinero o porque no es rubio, el me hizo entender que no tiene que ser rubio y con dinero para poder querer a alguien.

-Vamos Emilio, se hace tarde y ya
nuestros padres deben estar allí - dice
Eduardo
-Vale, dame un rato y vamos-Bufa pero asiente

Tomo a Joaquín de la mano y subimos
a mi habitación, le digo que cierre los
ojos pero no confía, sonrío un poco y los cierra.

Lo guio hasta entrar y lo suelto por un
momento, agarro la caja que está en la
cama y le extiendo las manos, le pregunto si está viendo pero el niega.

-Ya puedes abrirlos- le digo
-Qué es esto?-pregunta
-Tienes que abrirlo para saber lo que es

El abre el regalo y saca de la caja un
v
Atuendo rojo, el sonríe de oreja a oreja
y me besa, hago que dure un poco más y luego nos separamos.

Va al baño y se cambia la ropa en
segundos, me alegra que haya decidido
ponérselo justo ahora y no lo guardara
para alguna cita que vayamos a tener;
cuando sale sonrío de oreja a oreja y
luego le entrego otra caja, el lo agarra y
lo abre al segundo, ve los zapatos y se ríe un poco, se los pone y después se sienta a mi lado.

-Ya debemos irnos- me dice y asiento

El se para de la cama y no se da cuenta
que recorro toda mis vista por su cuerpo me muerdo un poco el labio

Cierro la puerta cuando la abre y la jalo
hacia mí, el arquea un poco la ceja pero
la beso.

-Ya te dije que te ves provocativo con esa ropa?-le digo pero niega-. Entonces
ya lo sabes
-Emilio ya es hora de irnos
-Que esperen, me han hecho esperarlos
durante dieciocho años

Nos sentamos en la cama y lo empiezo a
besar y luego bajo hasta su cuello, dejo
pequeños chupones y jadea un poco, se
intenta apartar pero no lo dejo y sigo
besando su cuello, lo acuesto y paso mis
manos por su cuerpo, uno por su espalda y la otra por sus caderas, el arquea la espalda y jadeo un poco.

-Emi...Emilio...
-Shhh...
-No-no sigas por favor
-Por qué?, descuida, no te haré daño
-No lo hagas...-Me aparto

Asiento por lo que dijo y me siento, tal vez me apresure en hacerlo, sé que no está listo para esto pero verlo con esa ropa fue excitante, quería hacer muchas cosas.

Me deja un beso en la mejilla y lo veo,
Sonrio un poco para que vea que no estoy molesto, que puedo esperar si lo desea.

Me paro de la cama y abro la puerta pero el la cierra rápidamente y me jala.

-Qué?-le pregunto
-Sé que aún tienes las ganas- me
encojo de hombros-. No quiero dejarte
asi

Lo beso y volvemos a lo que hacíamos,
nos quedamos como antes pero esta vez, con la mano que está en su espalda va bajando al cierre y el suelta un pequeño gemido.

Mis manos van a sus caderas y pasan a
sus piernas que hacen abrirlas, junto mi miembro en el suyo y paso mis manos de nuevo a sus caderas, las hago mover y jadeamos un poco.

El desabotona mi camisa, me lo quito y
sigo besándolo, quito su camisa y pantalón y lo lanzo un poco lejos y el desabrocha mi pantalón.

-No te vayas a reír- le digo
-¿Por qué lo haría?
-Bueno, mi amigo está
-Uf..- vacila- Y tiene frío?
-Entrará en calor si hablamos menos y
hay más acción-vacilo

El pantalón y el bóxer los lanza en donde cayó su ropa y se sorprende al ver la gran erección, busco algunos condones y me lo coloco, nos volvemos a besar y el me muerde el labio cuando entro en el, grita un poco pero lo callo con beso en la boca y en el cuello.

Acelero los movimientos hasta ir lo más rápido y cuando ya no puedo más, me vengo, caigo en su pecho y el acaricia mi cabello,luego cierro los ojos.

Tocan la puerta y abro los ojos de par
en par, no sabía que me había dormido,
espero a que la vista vuelva a ser la
misma y busco el bóxer y me lo coloco,
voy a la puerta y abro, demonios olvidé la cena.

-Por un diablo Emilio Osorio Marcos-dice mi hermano
-Lo olvidé
-Tienes tres minutos para estar con la
ropa
-Claro
-Levanta a tu novio- lo veo y asiento Cuando voy a cerrar la puerta mi
hermano coloca el pie -La próxima
vez, no hagan tantos gritos que hasta los vecinos escuchen-abro los ojos como
platos y se ríe, luego se va.

Despierto a Joaquín y mira a todos
lados, se quita las sábanas y corre hacia la ropa y se lo coloca.

-Lo olvidé- dice el
También yo