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-¡Manden refuerzos a la mansión Wang, hay un rehén en custodia, rápido, rápido! - pidió Christopher gritando mediante el walkie talkie mientras maniobraba el volante intentando rebasar y perder a Minho antes de que lograra alcanzarlos y hacerles algo.

Jeongin sentía sus manos agitarse sin control al igual que su corazón, con Hyunjin apretandole a su cuerpo y susurrandole que lo quería muchísimo, con voz temblorosa.

Tenían un miedo inmenso a ser separados, porque ambos se habían vuelto dependientes uno del otro, temían que sus vidas siguieran siendo una mierda o, en su defecto, que empeoraran aún más.

Estaban ambos conscientes que las circunstancias en las que habían iniciado su relación, no eran las mejores, ni la más sana. Era extraño y a ojos de otras personas incluso podría ser enfermizo, al principio Jeongin quiso seducirlo para que Hyunjin le tratara mejor, ceder y luego escapar de ese infierno; Hasta que le escuchó llorar mientras mantenía una llamada telefónica, culpandose por todo lo que les pasaba a Seungmin y Jeongin, porque tal vez si él no tuviera una deuda con Jackson, Seungmin no tendría que estar encerrado, y Minho nunca podría haberle amenazado para secuestrar a Jeongin. Hyunjin estaba haciéndolo para sobrevivir, incluso si no era la mejor manera de hacerlo, era un humano desesperado por salvar a los suyos, un humano que terminó cediendo a sus débiles sentimientos.

Tal como Jeongin lo hizo, entendió que realmente no era obra de Hyunjin, que le habían obligado a hacerlo y realmente no lo culpaba, simplemente ambos estuvieron en el momento incorrecto con las personas incorrectas; sin embargo estaban ahí, en una casa completamente sola, inestables, eran ellos, solamente ellos. Las explicaciones se dieron, y para ese momento Jeongin había cedido su frágil corazón a Hyunjin, esperando que en algún momento pudieran ser felices.

Ahora mismo simplemente estaban sujetando sus manos, tiritando del miedo, pero disfrutandose, en caso de que algo pasara... estaban orgullosos de decir: que se disfrutaron y no se arrepentían.

Porque se querían y era suficiente para sus dañados corazones.

Pronto llegaron a la mansión de Jackson, Felix bajó corriendo y pidió a Changbin, uno de los guardias, que abriera y se llevara al par de guardias que estaban ahí con voz suplicante, su amigo asintió y corrió a los hombres armados diciéndoles algo, rieron y desaparecieron del lugar un minuto después. La gran reja blanca con detalles en las puntas doradas se abrió y dio la señal a Christopher, quien aceleró y entró al lugar con el auto, descendiendo los tres del auto y corrieron a la entrada de la mansión donde Felix les esperaba con la respiración agitada.

-Seungmin tuvo un ataque de pánico ayer, la enfermera me ha dicho que está en la planta de arriba con Jackson - dio aviso a Hyunjin, quien gruñó molesto y corrió de la mano de Jeongin hasta las escaleras, encontrando una puerta abierta de la que Jackson salía confundido por las voces desconocidas.

-¡Hijo de puta, tuvo una jodida recaída, me dijiste que iba a estar bien! - exclamó furioso mientras lanzaba un golpe seco en la mandíbula de Wang, tumbandolo al suelo. Los pasos apresurados de Felix y Christopher no se hicieron esperar, entrando a la habitación divisando a Seungmin con los ojos rojos y la respiración agitada.

-Calma, Minnie, vamos a salir de aquí... Él es Chris -le sonrió, dejando a Seungmin sorprendido, pero le dio una pequeña sonrisa igualmente con emoción. -Dime que puedes levantarte, nos iremos ahora mismo, pequeño - dijo, el menor asintió y se levantó de la cama con cuidado, colocándose los zapatos y caminando a la puerta.

-No te detendré, Hyunjin, ya no quiero hacerles más daño... lo que quieran hacer, lo aceptaré, pero Minnie- le miró, con la mirada bañana en tristeza, el mencionado hizo lo mismo - No me odies, cachorro.

𝑊𝐴𝑇𝐶𝐻 ✧ HYUNIN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora