Capítulo 6

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Dos meses después:

POV Willy:

Desperté gracias al irritante sonido de la alarma, apagándola tras unos segundos molesto, cerrando los ojos y deseando volver a abrirlos, despertándome en otro lugar que no fuera la pesadilla a la que llamo realidad, aunque como todos los días de mi mísera vida eso no ocurrió, por lo que suspiré antes de sentarme en la cama y mirar por la ventana.

Echaba de menos los árboles que rodeaban mi hogar, ya que esto era simplemente una cárcel, las risas de mis dos hermanitas gemelas jugando en el salón, el olor del café de mi madre y los intentos de mi padre de hacer algo de comer que fuera medianamente comestible.

Mi vida era perfecta, al menos hasta que ellos se los llevaron, reemplazándolos y dejándolo solo en el mundo. A veces me preguntaba si ellos seguirían vivos, en alguna parte, esperando a que yo los encontrara y rescatara; deseaba con todo mi corazón que eso fuera cierto y que tal vez, solo tal vez, yo podría volver a verlos.

Mi mente ahora vago a momentos que pase con Vegetta, verdaderamente lo echaba de menos.

"Ojalá este bien..." pensé yo levantándome de la cama, temblando ligeramente al sentir el frío suelo de madera en mis delicados pies.

Caminé hacia el baño de la casa mientras que mi mente simplemente seguía divagando en los recuerdos que tenía con el de ojos amatistas, esos ojos que me volvían loco cada vez que los miraba, esos ojos que habían hecho que me enamorara perdidamente de su portador.

Él era especial y si decía especial, no me refería a lo que dice la gente al hablar de las personas que aman, Vegetta era realmente especial. Pero, eso a mi no me importaba, es más me hacia amarlo aún más.

Tan solo recordarlo hacía que mi corazón palpitara con fuerza y que mis ojos se cristalizaran al pensar en que nunca más volvería a verlo, nunca más volvería a oír su voz, su risa... Nunca más volvería a ser tan feliz como lo fui con él.

-¡WILLYYYYYY! ¡TE LLAMAAAAAN!- exclamó la emocionadísima voz de uno de mis compañeros; Fargan.

Salí de la habitación, no sin antes ponerme unas pantuflas de pelo morada (pertenecientes a Samuel), encontrándome con la mirada cristalizada de mi amigo, el cuál me abrazó rápidamente antes de empezar a llorar en mi hombro.

La verdad es que ya me había acostumbrado a los repentinos cambios de humor del búho, por los que yo correspondí su abrazo al instante, acariciando su pelo y susurrándole palabras tranquilizadoras al oído.

Tras un par de minutos el contrario se calmó, separándose de mí y empezando a ver a la nada, acostándose de lado en el sofá. Yo simplemente suspiré antes de preguntarle con voz suave:

-¿Quién me llamaba David?

-Los del psiquiátrico, dicen que tu familia vino a visitarte.

Me quedé quieto en mi lugar, helándoseme la sangre en ese momento, no podía ser cierto... Esos malditos después de separarme de mi familia y haberme enviado a esta prisión venían a visitarme como si nada.

Salí corriendo hacia mi habitación, escondiéndome bajo la cama mientras que de mis ojos esmeraldas empezaban a caer lágrimas amargas, tenía miedo, tenía miedo de que me secuestraran y me mataran al igual que hicieron con mi familia, o que me reemplazaran o que simplemente aprovecharan para reemplazar también a mis nuevos amigos.

-¿Willy? ¿Estás bien?- preguntó Fargan entrando en la habitación y buscándome con la mirada.

-A-Ayúdame- pedí yo saliendo de debajo de la cama y abrazándolo- Ayúdame a escapar de ellos, por favor, te lo suplico.

-¿De qué estás hablando? Son tu familia, no te harán daño, tranquilízate.

-No-No, no son ellos... Son solo impostores, no es mi fa-familia.

El de ojos amarillentos me devolvió el abrazó mientras me veía con pena, era obvio que no me creía, pero al menos me intentaba ayudar.

-Tranquilo... ¿Ok? ¿Quieres que les diga que los traigan aquí?

-¡No! Si-Si descubren que ustedes existen seguro que los reemplazan... Por favor, no les digas nada Fargan. Ayúdame a escapar, no quiero que les pase nada malo por mi culpa, puedes venirte conmigo o quedarte aquí, pero, yo pienso irme de aquí, con o sin tu ayuda.

Él simplemente negó con la cabeza mientras que me sujetaba las muñecas con fuerza, pero sin hacerme daño.

-No puedo dejar que te vayas, podrías hacerte daño.

Y antes de que yo pudiera decir nada echo a correr hacia una especie de Walkie Talkie que se encontraba en la pared, objeto que nos permitía comunicarnos con los del psiquiátrico.

-Willy se quiere escapar del psiquiátrico, creo que está teniendo una recaída de su enfermedad.

Me quedé quieto en mi sitio, ¿cómo podía haberme hecho eso? Empecé a llorar aún más fuerte, cayendo al suelo de rodillas mientras me tapaba el rostro con las manos, comenzando a sollozar.

La puerta de la habitación se abrió rápidamente dejando ver a cuatro figuras, siendo estas dos niñas, un hombre y una mujer: "Mi familia".

-Hola, Guillermo- saludaron todos al unísono.

Yo los miré por un momento, no había escapatoria, ellos me habían encontrado...

(...)

Los árboles nos rodeaban al igual que la fría noche la cual estaba llena de estrellas. No pude evitar sonreír al saber que yo y Fargan habíamos logrado escapar, viendo como mi amigo se encontraba dormido, abrazándose a sí mismo con sus alas, en un intento de darse calor.

Ahora que había vencido a mi pasado estaba más convencido que nunca a que quería dedicarme a mi futuro, por eso me puse una misión:

Encontrar a Vegetta.

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Hola! Esperamos que os haya gustado el nuevo cap!

Que creen que esté pasando?

Besos en el siempre sucio,

Atenea y Valeria ✨

Psiquiátrico Karma / Karmaland AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora