Odio venir a trabajar con mi papá, es tan aburrido. Por lo general, puedo manejarlo, pero esta vez no creo que pueda hacerlo. ¿Por qué? Mi papá me dijo que hoy no podía traer mi teléfono. Así que aquí estoy, sentada en la oficina gigante de mi padre, dando vueltas en una silla de oficina junto a un estante de libros gigante.
Me detuve y lo miré mientras escribía en su computadora portátil, ignorando completamente mi existencia.
-Papá, ¿por qué me trajiste al trabajo si te vas a sentar ahí y me ignoras?-Le pregunté mientras continuaba escribiendo.
-Porque nunca te veo. Además, ahora no confío en que te quedes sola en casa mientras trabajo los fines de semana, obviamente por lo que pasó el sábado pasado-. Papá respondió, todavía mirando su computadora.
Oh, sí, historia divertida, hice una fiesta el fin de semana pasado mientras papá estaba en el trabajo y llegó a casa cuando estaba llena con adolescentes borrachos vomitando, teniendo sexo y rompiendo cosas, así que no se me permite usar mi TV y xbox, ahora me quitaron el teléfono, por eso no lo tengo en este momento, y también creo que papá me traiga al trabajo es otro castigo.
-Papá, olvídate de eso. No creo que sea necesario que me quites mis cosas, me quites el teléfono y luego me arrastres aquí.
-Puede que ahora solo tengas diecinueve, pero aún vives bajo mi techo, lo que significa que sigues mis reglas. Confíe en ti, Lisa, y me lo echaste a la cara.-Papá espetó.
-Papá, vamos-
-¡Lalisa, cállate! Y ve al café o algo, tomate un trago y deja de enojarme-él suspiro mientras me miraba.
Gemí y me levanté de la silla giratoria, "tu eres quien me trajo aquí". Murmuré en voz baja, antes de salir de su oficina.
Caminé por varios pasillos y pasé junto a muchas personas con traje y vestidos elegantes.
Personas demasiado bien vestida para mí gusto.
Me miraron como si yo fuera una especie de extraterrestre, y me sentí como uno mientras miraban mis zapatillas y jersey de Nike. Obviamente no pertenecía aquí. Sin embargo, como si eso me importara.
Entré en un ascensor lleno de unos cuatro hombres y mujeres de negocios y me destaqué como un pulgar adolorido. Después de unos diez segundos de ellos mirándome, las puertas finalmente se abrieron y corrí al café.
Rápidamente me compré un chocolate caliente y regresé a la oficina de mi padre.
Estaba casi de vuelta en la oficina de mi padre, cuando de repente me topé con una mujer jodidamente hermosa, con un aura muy fuerte, como unos ojo fieros y feroces que puede derretir tu cuerpo.
Sin querer el contenido de mi taza se derramó sobre su camisa blanca planchada ahora estaba de hecho marrón, lo que me hizo jadear fuerte y saltar hacia atrás.
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LA JEFA || © Jenlisa
Fanfiction"Pero eres la jefa de mi papá, ¿qué pasaría si se enterara?" "No importa. Todo lo que importa es que estamos aquí, solas, ahora, sin interrupciones". Puso una mano en mi mejilla y se acercó a mí, sin dejar espacio entre nosotras. Me quedé mirando s...