LA JEFA || © Jenlisa

Capítulo 15

Iba de camino al trabajo al día siguiente, aunque mi papá me dijo que no fuera por todo lo que estaba pasando con la muerte de mi madre.

Sin embargo, no quería sentarme en casa llorando sola cuando podía ir a trabajar y actuar como si todo fuera normal. Nada es normal en este momento, pero es mejor actuar como si lo fuera.

Papá me dejó una nota esta mañana ya que se había ido a trabajar antes de que yo me despertara, diciéndome que quería hablar conmigo esta noche, probablemente para hablar de mi mamá o de que yo era lesbiana. O ambos.

Tan pronto como llegué al trabajo y entré a la parte de atrás, recibí una mirada extraña de mi jefe.

—Se supone que no debes estar aquí—Mi jefa comenzó, sus cejas arqueadas con sospecha.

—Es mi turno de hoy, ¿no?— Pregunté, pero creo que sé por qué estaba confundida.

—Recibí una llamada de tu papá diciendo que no estarías hoy porque un miembro de tu familia falleció—Dijo, levantando las cejas de nuevo y cruzando los brazos sobre el pecho—debes tomar un descanso.

—Lo siento, pero quiero trabajar.

Ella suspiró, pero asintió poco después.

Empecé a trabajar, tomándome las cosas con calma y actuando tan normal como lo haría cualquier otro día normal.

Eso fue hasta que entró Jennie, cuatro horas después de mi turno. Entró con un hombre de piel blanca y hermosos ojos con el pelo bien peinado, vestido con un traje caro. probablemente era alguien con quien Jennie estaba haciendo negocios.

Mis ojos se abrieron cuando siguieron a una camarera hasta una mesa y se sentaron. Ella obviamente no se dio cuenta de mí, o probablemente ni siquiera sabía que estaría aquí hoy, pero sabía que trabajaba aquí, así que tal vez vino a ver cómo era el restaurante.

—Tomaré la orden de esa mujer—Le dije a Jimin, asintiendo con la cabeza hacia la mesa en la que estaban sentados Jennie y el hombre.

Los miré y esperé hasta que pareció que estaban listos para ordenar, antes de acercarme a ellos. Jennie no pareció darse cuenta de que estaba allí hasta que comencé a hablar.

—¿Qué puedo conseguirte?—Pregunté, lo que inmediatamente llamó la atención de Jennie. Su cabeza se movió rápidamente hacia mí, sus ojos se agrandaron.

—¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que al menos te tomarías el día libre— Preguntó Jennie, frunciendo el ceño.

Me encogí de hombros y sonreí, antes de repetir,

—¿Qué puedo conseguirte?

El hombre sentado frente a ella ordenó su comida, pero Jennie tardó mucho más en ordenar. Serví sus bebidas, luego, cuando su comida estuvo lista, me ofrecí a servir su pedido en lugar de servir un pedido diferente.

Le sonreí mientras les entregaba la comida a ambos, antes de decirles que disfrutaran de la comida. Recibí una sonrisa amable y un agradecimiento del hombre, mientras que Jennie me dio una sonrisa traviesa cuando el hombre no estaba mirando.

Una hora después, Jennie seguía aquí, hablando con el hombre y bebiendo champán como la mujer rica y elegante que es.

A medida que avanzaba mi turno y atendía a otras personas, Jennie y yo compartíamos miradas cada pocos minutos. Estaba a punto de mirarla, pero algo más me llamó la atención.

Observé atentamente, frunciendo el ceño, mientras observaba a un hombre sentado con una mujer en una de las cabinas, con la mano en la parte posterior de su cuello, agarrándola con fuerza. Desde aquí, no podía decir si era una especie de broma o una pelea, así que los pasé y les di un vistazo, solo para ver que no era una broma, en absoluto.