LA JEFA || © Jenlisa

Capítulo 19

POV DE LISA

Era temprano en la mañana cuando volví a ser yo misma, sobre todo yo misma...

Jennie y mi papá me explicaron cómo me desperté (de lo que recuerdo algo) después de mi cirugía y cómo parecía estar bien hasta que terminé teniendo una convulsión, que obviamente no recuerdo. Me sorprendió haber tenido una convulsión porque nunca antes había tenido una.

Sin embargo, he visto uno y, francamente, dan miedo, así que me duele saber que mi papá, mi mejor amiga y mi novia lo vieron pasar.

Luego, después de la convulsión cuando me desperté de nuevo, también me informaron que parecía "fuera de sí" hasta que me volví a dormir. Tampoco recuerdo nada de eso. Chaeng se había ido poco después de que me volviera a dormir.

Ya era mediodía y estaba sola en el hospital viendo la televisión, ya que Jennie tenía que revisar las cosas en la empresa, mientras papá dejaba el hospital para ir a casa y recoger algunos pijamas, ropa, cepillo de dientes y otras cosas para mí.

Me senté solo durante unas horas, sin mi teléfono. Ni siquiera sabía dónde estaba, estoy bastante segura de que lo dejé en el restaurante.

Poco después, la sensación de soledad no duró cuando Jennie entró en la habitación con una amplia sonrisa en el rostro.

—¿Cómo te sientes hoy, nena?— Jennie me preguntó mientras se sentaba en la cama del hospital conmigo.

—Mejor, pero todavía me duele—Dije, refiriéndome a la puñalada en mi estómago. Nini asintió y me sonrió suavemente, antes de sacar algo de una bolsa de plástico que sostenía. Tenía forma de caja, envuelto en un papel de regalo de colores.

Le fruncí el ceño mientras me entregaba la caja envuelta. Arranqué el papel de envolver, mis ojos se abrieron mientras jadeaba.

—Nini, no. No puedo aceptar eso-

—Rompí el otro, así que pensé que te vendría bien uno nuevo—Dijo mientras ambas mirábamos un iPhone nuevo en mi mano. Suspiré, sintiéndome culpable.

—Gracias—Le di las gracias, mi sonrisa se mezcló con la expresión de culpa en mi rostro. La atraje en un abrazo, luego me aparté unos segundos más tarde y la besé. Mi papá entró a la habitación unos minutos después de eso con una bolsa llena de mis cosas.

—¿Qué es eso?—Preguntó papá, frunciendo el ceño mientras señalaba mi teléfono.

—Es un teléfono, papá—Dije sarcásticamente, con una sonrisa en mi rostro.

—¿Por qué le compraste eso?—Preguntó papá, una sonrisa mezclada con un ceño fruncido plantado en su rostro.

—Rompí su otro teléfono, por accidente, así que pensé que para hacerla sentir mejor podría comprarle uno nuevo— Mi esposa explicó, con una pequeña sonrisa en su rostro.

Ella podría haber pagado para arreglar mi pantalla pero ... lo que sea.

Papá no tuvo la oportunidad de responder cuando una enfermera llamó a la puerta. Todos miramos a la enfermera, que tenía una expresión incómoda en su rostro.

—La policía está preguntando por la señorita Manoban de nuevo. ¿Quieres que los lleve o me deshaga de ellos?—Preguntó la enfermera.

—Diles que se vayan-

"No, déjalos entrar, solo están haciendo su trabajo y necesitan hacer esto. También me encantaría que esto termine lo antes posible— Dije, interrumpiendo a mi papá.

La enfermera asintió y se fue, luego regresó un minuto después con dos policías.

—Buenas tardes Sra. Manoban, ¿se encuentra bien?— Uno de los policías preguntó cortésmente.