Dulce Princesa

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Vagaba insensible por esta vida sin color, Con los ojos cerrados, agobiado por el dolor; Hasta que de repente una intensa luz me iluminó, Abriendo los ojos miré al cielo y ahí estabas tú;
Mágica, hermosa y radiante criatura virginal, Como una dulce princesa escapada de un cuento irreal.

La claridad de tus bellos e increíbles ojos inundan con intenso destello multicolor cada uno de los espacios obscuros de mi corazón.

El mínimo roce de tus dulces labios carmesí conmueve cada fibra intima de mi pasión, Invitando a beber de ellos cada gota de tu amor.

Tu inocente y provocativa sensualidad me sacude, me golpea, me incita sin piedad, provocando una avalancha de arrebatados sentimientos que me arrastran por toda la eternidad.

Versos de un vagabundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora