Lost || JM & ____

CAP. 07

• Hwang ______ •

Aquellos chicos nos hospedaron en su humilde y un poco espaciosa cabaña fabricada por madera, lianas y muchas plantas.

Era muy acogedor, estaba dividida por lianas y decoraciones florales, tenían dos extrañas habitaciones, la primera se encontraba en la parte inferior y la otra estaba en un segundo piso.

Al parecer el chico rubio era quien ocupaba la de arriba.

— Esta es nuestra casa — espeto el más alto tirándose a lo que parece ser su cama.

— Pero ahora que hay humanos, ¿Dónde dormirán ellos? — cuestionó el menor.

¿Humanos?

De pronto entró aquel hombre de cabellos dorados desordenados.

— Ustedes — dijo aquel chico de tamaño mediano señalándome a mí y a Yeji — Ustedes dormirán en mi habitación — señaló la parte superior.

— Pero esa es tu habitación, ¿Dónde dormirás tú? — dijo Kai.

Interrumpí — No hay problema, podemos acogernos en cualquier lugar, no es necesario darnos tu habitación. — dije un tanto insegura de mis palabras.

— No — intervino de inmediato Yeji — Claro que hay problema — la miré confusa — los chicos te están ofreciendo una humilde hospitalidad, ¿y tú la estás rechazando?

No quería responderle, porque se que lo hace por conveniencia.

Después de un silencio corto, hable.

— Esta bien. — dije un poco irónica.

— Tus hermanos machos pueden dormir en la mía — dijo el más alto levantándose de su cama.

— No son nuestros hermanos, además — dijo Yeji mirando a todos lados — ¿Dónde están esos hombres?

Un grito agudo procedente de la parte de afuera fue la respuesta a su duda.

De inmediato los tres chicos salieron corriendo en busca de aquel llamado.

Yeji y yo fuimos detrás.

Al llegar nos encontramos a un baekyun colgando como un mono sobre la espalda de Jungkook mientras luchaba por no caerse.

Y Jungkook solo miraba de brazos cruzados el animal del que Baek tenía miedo...

Una tortuga.

— ¡Ayuda, ese monstruo intentó atacarnos! — espetó Baek con miedo.

— A veces solo me avergüenzas — dijo jungkook apenado.

— Tu hermano es muy cobarde, se parece a Soobin cuando intentó matar a su primer tigre — Hablo el rubio.

¿Un tigre? Lo normal no?

— Ahhh — se quejó el más alto — No seas mentiroso, eran dos.

Madre santa. Ni de broma me gustaría estar en su lugar, pero al menos nos ganamos con el nombre del más alto.

Kai se acercó al pequeño animal y lo cargó en sus brazos con suma delicadeza.