⠀⠀Taehyung nunca ha sido realmente bueno para llevar citas a cabo. Su historial de dichos eventos es tan largo y ridículo que resulta un tanto irrealista. Su mejor amigo, Jungkook, de quien ha estado enamorado en el pasado, le acompaña en el mismo c...
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Supuse que, finalmente, al asumir que aquello que sentí por Jungkook seguía vivo en mi interior la situación se me haría mucho más sencilla de llevar adelante.
Patrañas.
Era sábado. El sol brillaba en el punto más alto del cielo cuando mi cuerpo decidió que era una buena hora para abandonar el mundo de los sueños, es decir, desperté al mediodía. No hacía calor y eso fue algo que agradecí enormemente cuando abrí la ventana y sentí que el viento me abrazaba para darme una fresca caricia.
Estando en primavera, corríamos riesgo de sufrir una prematura ola de calor y moriría si fuera así: Detesto el calor, sudar y cualquier situación o aspecto que se relacioné con esos dos puntos anteriores. Agradezco al cielo que la temperatura sea la adecuada para utilizar un abrigo a la hora de salir a la calle.
Ese parecía ser el único aspecto positivo que me envolvía, al menos en lo que iba del día. La inquietud me consumió desde que razoné cuál era mi nombre luego de despertar y estuvo jugándome malas pasadas a lo largo de toda la tarde. Desde distraerme y causar que le echara sal al café o me colocara la misma camisa del lado reverso unas tres veces hasta casi sentarme encima de mi pobre mascota por no notar que se encontraba en el sofá y echarle la culpa de camuflarse muy bien con sus colores.
Me vi a mí mismo incapaz de razonar algo con un mínimo de concentración y cada acción que en un día normal podría haberme tomado, como mucho, dos minutos, se volvió más densa y acabó ocupando unos diez minutos de mi vida. Tiempo valioso que perdía en tonterías. Mas ¡hey!, no me juzguen, soy humano y hace mucho tiempo que no me siento tan agitado por la idea de una simple cita. La sangre que corre por mis venas lleva una carga extra de nerviosismo y hace cosquillear las yemas de mis dedos, haciéndome entrar en la inopia.
Jungkook, por si fuera poco, no ha sabido ayudar mucho porque también está nervioso y lo único que ha sabido hacer es llamarme cada cinco minutos para informarme dónde y cómo está, algo que me deja más consciente de todo lo que está pasando y por ende, mucho más alarmado.
De cualquier forma, la expresión "cada cinco minutos" ha sido una simple exageración y la última vez que tuve noticia alguna de él fue hace dos horas, aproximadamente. Solo informó que estaba por subir al tren y que recordara que debíamos hacer cosas ni bien bajara en la estación de aquí. Apenas fui capaz de dar respuesta cuando me colgó, sus palabras atropelladas muriendo con el pitido que anunciaba el fin del llamado.
Así que luego de una hora y media decidí ponerme en marcha y salir de mi lindo apartamento para tomar mi vehículo del estacionamiento e irme en dirección a la estación central para recibirle con los brazos abiertos.
El llegar fue algo dificultoso, al parecer todo el mundo ha decidido viajar y el lugar está agolpado de personas que se mueven de forma desesperada por el sitio. Yo decido ocupar un espacio en una de las paredes del exterior para observar fijamente a la muchedumbre que va y viene, haciendo su vida al ritmo de bocinas y barullo, de tacos golpeando el piso y melodías que suenan desde la lejanía o en sus propios audífonos. Parecen concentrados en sus propios pensamientos; no obstante, mientras les observo me cuestiono si realmente alguno de ellos está consciente, si se dan cuenta de lo que realmente implica vivir o si soy yo la única persona que, a pesar de lucir completamente tranquila, está completamente alterada por la barahúnda.
