CAPITULODIECISIETE

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Sebastián
Estaba intentando rastrear el celular de Martina, al parecer no era muy inteligente quien se la llevó.
Vimos las cámaras de seguridad y la descripción física coincidía con Pepe Barroso, con quien me engañó Catalina.
-¡La tenemos!
Escuche gritar el jefe y esas fueron las mejores palabras que pude escuchar, sentí como el aire abandonaba mis pulmones
-Iremos con cuidado,  pero hay que hacerlo rápido
Si Pepe era el secuestrador mataría a Martina, sería la venganza por su novia.
Camino de un lado a otro preocupado, hasta que me hacen subir a una de las camionetas.
Nos dirigimos al lugar y veo como la policía rodea todo el perímetro
-sebastian, ve con precaución
Me muevo detrás del jefe y ingresamos en la pequeña cas ade madera en la nada
Es pequeña pero tiene dos pisos, entramos en silencio y diviso 3 habitaciones y la cocina.
Todos se dispersen y es entonces cuando la escucho.
-No per favor, no me hagas daño
Miro hacia el lugar de donde viene su voz, escaleras arriba
-sebastian, no vallas
No lo escucho y subo a pesar de su advertencia.
Lo.que veo me deja paralizado
Martina, casi sin ropa defendiéndose contra Pepe que intenta abusar de ella.
Golpeo su cabeza con el arma y me acercó a mi niña.
-mi amor, tini
La suelto con cuidado y levanto su rostro para que me vea
-Hola amor
Martina
Veo mi salvación frente a mis ojos...Sebastián, si vino, regreso por mi
Me sujetó fuertemente de su remera mientras veo como me cubre con su campera.
-Estas bien, ya pasó
Las lágrimas caen por mis mejillas desatando un llanto.
-Nuestras hijas, sebas están bien?
-si,amor, están en casa, tranquila-
Me abrazo a él y dejo de sentir el suelo cuando me sostiene en sus brazos, me escondo en su cuello con cuidado
-sebastian, están bien?
Noto como asiente y sale conmigo del lugar.
-Gracias...gracias por salvarme
-Amor...-susurra Sebastián- jamás te dejaría sola
Me sujeta fuerte y se sube al auto conmigo e brazos aún.
Levanto mi rostro para mirarlo y acaricio su mejilla, no puedo evitar volver a llorar.
-¿Te hizo algo?
Me quedo callada y no respondo
-Martina¿ te hizo algo?
Comienza a desesperarse
-no-niego despacio-iba a hacerlo
Se aferra a mi fuertemente mientras revisa mis muñecas marcadas por las cuerdas y los golpes.
Entramos a casa de la tía de sebas y cuando veo  a mis pequeñas, con la poca fuerza que tengo corro a abrazarlas.
-Hola bebes, están bien
Las sujetó fuertemente mientras besó su pequeña cabecita.
Sebastián me abraza desde atrás mientras presiona su cabeza sobre mi hombro
-Pense que te perdía
........

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