❝𝑺𝒖𝒄𝒊𝒐 𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐 ; leeon❞

IV. ❝Beautiful.❞

También me alaba, alternando entre decirme lo bien que lo hago sentir y lo sucio que debo ser por tentarlo. Saboreo cada palabra. Especialmente cuando agarro su eje y lo posiciono en mi entrada. Una mirada soñadora se filtra en sus ojos mientras bajo sobre él, tomándolo centímetro a centímetro grueso.

Mi ano se resiste primero, pero estoy determinado a tomarlo todo. La cabeza se su polla me abre, un dolor inicial se instala seguido por la sensación de estiramiento que podría llegar a ser adictivo. Jadeo cuando mi culo traga la punta. Inhalo una bocanada de aire, luego me hundo hasta que mi culo engulle su erección completa y rígida. Nuestros penes se rozan, me deleito con la sensación de ser llenado por él.

Duro. Caliente. Palpitante. Jodida polla gruesa en mi culo.

Le sonrío y lo beso, mis labios solo rozando los suyos. Lo tengo. Finalmente lo tengo después de todos estos años de deseo.

Me muevo arriba y abajo, follándolo con empujes lentos y superficiales. Mi respiración jadeante acoplándose con la de él.             

—Toma mi polla, Dongju. Tómala toda.

Me empujó hacia abajo y él gime mientras yo grito. Nos besamos mientras lo cabalgo como un vaquero. Y él es un semental muy bueno.

El Sr. Kim agarra mi culo y tira de mí hacia abajo con fuerza, forzándome a gritar. Gira sus caderas como si estuviera buscando una penetración más profunda, pero ya estoy tan lleno, estirado y marcado más allá de mi imaginación. Oh, joder cuánto adoro esto. Mi pene se frota contra la piel por encima de su polla, su verga tocando todos los lugares secretos en mi culo.

El Sr. Kim jadea.
                         
—Necesitamos más espacio. Vamos a tu cama. Quiero follar este culo más duro.

Empujo hacia abajo una última vez, mi espalda arqueada y mis manos aseguradas sobre sus rodillas detrás de mí. No quiero dejarlo ir. Me levanto un poco y luego empujo hacia abajo de nuevo, girando mis caderas, sacando un poco de placer antes de que ceda.
   
—Bien. Lo que sea que hagas, no pares. Te sientes tan jodidamente bien.

—Te sientes tan malditamente bien también, hermoso.

Hermoso. Me gusta la manera en que me llamó "hermoso". Tan íntimo como si fuera su amante verdadero. Disfruto las charlas lascivas, pero también me gusta esto. Él ya no piensa que solo soy un niñito.

Enreda sus brazos alrededor de mi cintura y usa su otra mano para soportar mi peso, agarrando mi trasero. Me levanta, abre la puerta del baño, y camina hacia la cama. Mi culo se aprieta alrededor de su polla con cada paso, aumentando mi placer. Mi espalda golpea el colchón y luego él está sobre mí, su polla todavía profunda dentro de mi culo. Aprieto mis músculos, presionando su barra dura.

Gime, apretando los dientes, seguido por un rugido profundo que puedo sentir de la cabeza a los pies.

—Chico travieso —Empuja más profundo, golpeando sus caderas y meciéndose.

—Azótame —Gimo, joder, se siente tan bien—. Soy un chico travieso y merezco un azotòn —Lo quiero, lo anhelo, tomaré lo que sea que me dé.
                         
El Sr. Kim palmea mi muslo exterior, el delicioso picor se desliza a través de mí pene y culo se pone incluso más húmedo alrededor de su polla dentro de un latido de corazón. Parece notar que su polla está bañada en nuestras cremas.

—Dios. Te gusta ser azotado. ¿No? Zorra sucia.

—Sí. Me gusta una buena azotada. O dos —Aprieto mis piernas alrededor de él, su eje todavía duro en mi culo.

Balancea su brazo y su palma conecta con mi culo, una palmada dura y firme. Tiro mi cabeza hacia atrás, desnudando mi garganta, retorciéndome, mi cuerpo temblando de placer y dolor y no puedo contener mi sollozo.