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Toda la situación que ahora mismo estaban viviendo era muy, demasiado desesperante. El asunto se le había salido de las manos.
Ahí es donde decía que realmente detestaba a su hermano, Kusuke. ¿En serio, un virus zombie? Claro que para él, era fácil evitar ese tipo de cosas, ya sea con hipnosis, invisibilidad, teletransportación o fácilmente podía irse a vivir al espacio. Pero no le agradaba la idea de ver a la gente morir en la miseria, miedo y desesperación por querer vivir. Era algo que le daba cólera. Había logrado después de mucho, empatizar con los humanos.
Así que ahí estaba, matando ágilmente a distancia a aquellos monstruos con un francotirador.
Con su clarividencia ubicó al resto de su equipo, el cual le había advertido más de una vez que no estarían ahí para protegerlo si es que algo le pasaba, debido a la distancia entre ellos. Kusuo entre las sombras, Aren, Nendo, Aiura y Toritsuka combatiendo zombies frente a frente y Kaidou, Yumehara, Akechi y otros de sus compañeros ayudando a los refugiados que él mismo se encargaba de administrar de comida y agua suficiente para sobrevivir.
Mientras apuntaba a la cabeza de uno de esos tantos seres no vivientes, se sintió repentinamente observado y para cuando buscó a sus alrededores, alguien lo miraba con atención y sumo interés, tratando de que no lo notara y ésto se reflejó en su acción de esconderse aún más detrás de aquel auto. Suspiró y se acomodó, ahora para apuntarle a la criatura escondida.
Ya teniéndolo en la mira, pudo mirar que era una especie de mitad-humano mitad-zombie. ¿Cómo rayos era siquiera eso posible? Hizo el arma a un lado y bajó de aquel lugar tan alto en el que se encontraba para poder acercarse lo suficiente.
Se quitó el anillo que tanto se había esmerado en encontrar, ya que antes de la tragedia se le había perdido y en la catástrofe era de gran ayuda para evitar que los pensamientos de los "zombies" y otras personas llegaran a su pobre y desgastada mente.
Un instante después de hacer dicha acción, supo que se trataba de un... casi zombie, no estaba totalmente transformado y tenía uso de razón, como si el virus no fuera totalmente compatible con ella. Así como también descubrió de quién se trataba, nada más ni nada menos que una de sus compañeras de clase y amiga cercana, Teruhashi Kokomi, la estrella en persona. El brillo que siempre la rodeaba se veía muy desgastado, tan tenue como si fuera a desaparecer. Era preocupante incluso para él.
No le sorprendía para nada la situación, pues sabía que tarde o temprano terminaría convertido en esas criaturas extrañas al haberse perdido del equipo. Lo que no se esperaba era verse en esa circunstancia.
Suspiró y refunfuñó por lo bajo, dando media vuelta para dirigirse al refugio con sus otros amigos. Vio de reojo que aquella persona lo seguía lentamente mientras una sonrisa torcida atravesaba su rostro, muy diferente a las que normalmente mostraba. No quiso hacer o decir nada más, el momento era lo suficientemente incómodo como para arruinarlo.
-Saiki Kusuo... te amo.
Dicho esto corrió a su lado y se rió algo nerviosa.
El psíquico supo que el camino hacia el refugio sería bastante largo y tormentoso.
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-Kusuo... dame tu corazón. Prometo no hacerle daño. Será mío y solo mío. -Canturreó.
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The Zombie song. [Saiki x Teruhashi]
FanfictieHistoria inspirada en la canción "The Zombie song". AU :: apocalipsis zombie.