El conjunto de vivencias colorean tu corazón hasta alcanzar una gama determinada, la cual, definirá todos tus pensamientos, sentimientos y preferencias. Para poder comprender el color debemos entender de dónde proviene.
¿Qué es lo que reside en el s...
Tipo: Viñeta Pareja: HuiJae/MinJun Publicado: 03-02-2021 Corregido: ... Número de palabras: 994
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HuiJun miró por enésima vez la hora en el reloj, iban a darle las tres de la madrugada y él seguía sin pegar el ojo. Maldijo al karma por castigarle al haberse burlado del pequeño Win y su insomnio al mismo tiempo que salía de la habitación con cautela procurando no despertar a Seungmin.
Al cerrar la puerta y dar la vuelta, chocó con alguien y casi pega un grito por la impresión, pero la mano grande de MinJae se lo impidió. Le miró con una ceja arqueada y el más alto, interpretando totalmente su gesto, se encogió de hombros.
— Tampoco puedo dormir — respondió simplemente liberando la boca de HuiJun.
Ambos, al parecer, se dirigían a la pequeña sala a pasar lo que restaba de la madrugada ya que no podían conciliar sueño. MinJae se sentó en el sillón de dos plazas y señaló el sitio junto a él para que su amigo se sentase, así lo hizo el menor de los dos y después de un silencio MinJae habló sacando a la vista una cobija que HuiJun no había notado antes. Con la tenue luz que se filtraba por la ventana desde la calle, HuiJun asintió a la sugerencia de MinJae de ser acobijado y así el más alto los envolvió a ambos en la suave tela mientras que se acurrucaba con mucha confianza al menor.
—¿por qué no podías dormir? - MinJae cortó el cómodo silencio y Huijun recordó la escena que protagonizaron ellos dos al final de sus ensayos en la sala de prácticas, por un momento sintió cómo un calor subía desde su pecho a su rostro y se encogió un poco en su sitio.
— Nada en particular — contestó en cambio a pesar de los nervios.
MinJae estaba muy cerca y no lo había tomado en cuenta hasta que su mayor le había hecho recordar lo de aquella tarde.
— Me hieres, HuiJun-ssi— el tono juguetón característico de él hizo que HuiJun cerrara los ojos, como si esperase que un globo reventase justo en sus narices. En realidad, no tenía miedo por lo que fuera a decir aquel muchacho guapo que le movía el tapete de hecho, a estas alturas ambos estaban seguros de los sentimientos que tenían el uno por el otro, pero después del casi beso de aquella tarde HuiJun se había cuestionado mucho si podría hacerlo bien.
A sus tiernos 17 años nunca había tenido una relación, ni siquiera había besado a alguien y con una persona tan apuesta como MinJae, que seguramente tuvo muchas novias antes, estaba seguro que daría pena.
— Lo siento — sólo atinó a decir, disculpándose más por no haberse dejado besar que por lo que acababa de decir.
— No importa, esperaré hasta que estés listo— MinJae cerró sus ojos intentando así que el sueño se apoderara de él y evitar que el momento se volviera bochornoso al no saber de qué más hablar.
Estar listo
Pero HuiJun sí estaba listo, sólo que sus inseguridades le ataban las manos, ¿qué debía hacer? Sintió que, a ese paso MinJae se cansaría de esperarlo. ¿Qué tan difícil es besar?, se preguntó, sólo tengo que juntar mis labios con los suyos, ¿no?
Con estos pensamientos a mil por hora, se giró un poco hacia el más alto, le vio con los ojos cerrados, pero sabía que no estaba dormido, le llamó suavemente, pero al no ver respuesta frunció el ceño. Era típico de MinJae evitar ciertas situaciones así, fingiendo demencia.
Con un poco de valentía se giró lo más que pudo y con decisión posó sus labios sobre los del contrario. MinJae abrió sus ojos con sorpresa al notar el tacto repentino en sus belfos. Al sentir que HuiJun se movía lo último que pensó era que este le besaría, al contrario, pensaba que se había enfadado y que pensaba regresar a su habitación.
Poco a poco el más alto salía de su estupor y al notar que HuiJun no se movía, cerró sus ojos de nuevo y se movió suavemente, tratando se acomodarse para poder tomar las mejillas del pelinegro y así controlar el beso.
MinJae con curiosidad abrió sus párpados para poder observar aquella imagen tenue que HuiJun le ofrecía de sí. sus parpados estaban cerrado suavemente y se notaba como fruncía las cejas levemente cada que MinJae cambiaba la inclinación de su cabeza para hacer más dinámico el beso. Aunque pobre por la escasa luz, era una vista preciosa. Demasiado adorable.
Se separó un poco del pelinegro aun sosteniendo sus mejillas y sin dejar que HuiJun abriese los ojos, volvió a darle un beso, esta vez más corto, para después acariciar lentamente su labio inferior con la punta de su lengua, la sorpresa apresó a HuiJun pero rápidamente fue abordado -otra vez- por los labios expertos de MinJae.
Así duraron unos minutos, intercalando largos besos con unos más cortos y unas ocasionales caricias entre labio y labio o labio y lengua.
Cuando MinJae decidió para, HuiJun le miró colorado y un poco agitado, el contrario se encontraba en la misma situación. estaban con la emoción a mil y los sentimientos tan expuestos que se sentían con el pecho a punto de estallar.
HuiJun, de repente cayó en cuenta de lo que estaba pasando y se tapó el rostro con ambas manos mientras MinJae se reía un poco, como si de repente se acordase, el moreno se descubrió y golpeó al más alto.
— Usaste tu lengua — su tono pretendía ser de reproche, pero al final la vergüenza se dejó ver.
MinJae rió un poco más y abrazó a HuiJun como disculpa volviendo a tapar a ambos con la cobija.
— Mejor hay que dormir. — y sin más volvió a cerrar los ojos con una sonrisa aun plasmada en su cara. HuiJun al verla sólo se llenó de paz y al cerrar sus ojos también, cayó rendido ante el sueño.
Ahora podía descansar tranquilo sabiendo que, mientras MinJae gustase de él, no había nada que no pudieran resolver.
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