Laura y Alec.

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(STILES)
Entramos al jacuzzi, y yo me sumergí rápidamente, Derek me miró con una ceja alzada.

-Me dirás ahora mismo que es lo que te está pasando, no me digas que nada, hace días que estás raro.-Me dijo sentado en el borde.

-No es nada.-Dije y me miro serio.-Bueno lo qué pasa es que me siento mal con mi cuerpo, cada día estoy más enorme, me siento incómodo, sé que no será lo mismo que antes, no quiero que dejes de sentir lo que sentías antes, que ya no sientas la misma atracción, por eso no he querido dormir contigo.-Dije apenado.

-¿Es una broma Stiles?. Cómo puedes pensar algo así, nunca, ni un segundo has dejado de serme atractivo. Me encantas, más aún sabiendo que dentro de ti están mis pequeños, sabes perfectamente que digo la verdad, no vuelvas a pensar algo así otra ves, mira como me tienes, y ni siquiera te e tocado.-Me dijo apuntado su ereccion más que despierta.

Se metió en el Jacuzzi detrás de mi, me abrazo y me acercó a su pecho, beso mi cuello y me dijo.

-Esperare a que estés cómodo, no quiero presionarte.-Me dijo y lo abracé, realmente lo amo mucho, no sé por qué pienso algo así.

Después de un rato, nos salimos del agua y nos metimos en la cama, me giré para quedar cara a cara a él y lo besé, lo besé con ganas, con necesidad, sentí que tenía ganas de tocarme pero se estaba conteniendo, tome su mano y la puse en mi pene erecto, mientras yo tome el de el, estuvimos así unos minutos, hasta que no aguante más.

-Quiero hacerlo, por favor.- dije y dio un  gruñido.

-Date la vuelta, será más cómodo de ese modo.-Me dijo casi gruñendo.

Me di la vuelta y el tomo un lubricantes de la mesita de noche, echó una cantidad generosa y metió un dedo lentamente, solté un gemido de gusto, Dios realmente necesitaba esto, sentí un segundo dedo, para luego sentir un tercero.

-Estoy listo Derek, te necesito.-Le dije jadeando con la sensación que sentía.

Sentí como saco sus dedos lentamente antes de posicionar su miembro hinchado en mi entrada. Entró lentamente en mi, sentí su gran porte, me sentí completamente lleno, las primeras estocadas fueron lentas, pero rápidamente subió la intensidad de las penetraciones, sus embestidas eran profundas y rápidas, estaba igual de desesperado que yo. Sentí que con una mano tomo mi pene, movía su mano al ritmo de sus embestidas, el golpe en mi próstata era sin tregua, mi orgasmo se acercó rápidamente, que no tuve tiempo de abrir la boca para hablar. Sentí que Derek igual llegó junto conmigo, respiraba con dificultad mientras seguía moviéndose lentamente.

-Lo siento amor, lo siento, tenia demasiadas ganas, siento haber sido tan bruto, lo siento.-Me dijo besando mi cuello.

-Estuvo increíble SourWolf, no tienes nada que sentir, pero podemos repetir por si las dudas.-Le dije y sentí que volvió a acelerar el movimiento y sentí como lentamente volvía a endurecerse.

-No hablaba de en este mismo instante...mmm Dios.. siimmm..No te pares.- Le dije cuando golpeó nuevamente en mi lugar dulce.

Los días que siguieron fueron increíbles, paseamos, hicimos varias veces el amor, al igual que tuvimos bastante sexo salvaje, los días que pasamos en la cabaña, recuperamos todo lo que habíamos perdido, creo que nos sirvió bastante esto de estar solos, sin nadie a nuestro alrededor.

Pasaron las semanas y cada vez se acercaba el tiempo del nacimiento de los gemelos. Ya con casi cinco meses y medio, parezco una pelota, ni siquiera puedo pararme sin ayuda.

-¿Cuándo vendrá Alan?.-Pregunto Peter entregándome una botella de agua.

-Se supone que en una hora, Derek está con  Carlos para ver los últimos detalles de la cesárea, Alan nos dirá hoy cuando tenemos que hacerla, pero yo siento que tiene que ser ahora.-le dije a Peter.

Jugar con fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora