6:30
Suena la alarma, esa fastidiosa canción, que antes me gustaba, pero ahora como la relaciono con el inicio de el día termino por caer de mi gracia.
Me levanto, bajo a desayunar... En ese preciso momento me acuerdo que no termine el proyecto anoche, interrumpo en ese momento y me vuelvo a sentar en mi computadora, rápidamente termino de escribir lo faltante y me pregunto:
-¿Como es que puedo hacer esto en 5 minutos y ayer después de 4h no avance nada?-
En cuanto termine el proyecto me levanté como un rayo, viendo que era casi la media, y como un remolino me arregle. En el momento que dispuse a abrir la puerta solo me dije a mi mismo:
-Otro día mas.
7:30
Entonces salí. No vivía en un lugar malo, era una colonia bastante tranquila, el problema era la gente, esas personas que sin entender por qué se esmeran en tener contacto con los demás, tal vez por el "Estatus social" o simple "empatía" pero yo aprendí a a no confiar en los demás.
Caminaba por la calle, mientras ignoraba mi alrededor con mi música, era mi forma de desviar mis pensamientos de el exterior, en ese momento un perro callejero se atravesó en mi caminó, me acerque a él y el respondió con un movimiento de cola amigable, era con ellos con los únicos que podía empatizar, era lo único que me agradaba de el exterior.
7:58
Caminaba por la avenida, cuando me doy cuenta que he llegado a la universidad, como siempre solo entro, intentando pasar de ser inadvertido, y dejo que las todos me ignoren. En eso llegó ella, Beatríz, es creo con la única persona con la que realmente me llevo bien. Me saludo y me dijo:
- ¿Dime que está vez si hiciste el trabajo?
A lo que conteste, con una expresión sarcástica:
- Obviamente no.
En ese momento ella puso una cara de angustia, creyendo que era verdad lo que decía, hay veces que se me olvida lo inocente que puede llegar a ser, sobre todo si es algo que yo digo.
-Es sarcasmo, claro que lo hice.
En ese momento ella se molestaría de esa forma tan tierna que lo hace, y me daría un golpe en el brazo, de esos golpes sutiles, me tomaría de el brazo y me llevaría al aula con la escusa de "corre, ya es tarde".
12:00
No sé cómo lo hago, pero cuando me doy cuenta ya es medio día, esa habilidad que tengo de desconectarme de todo y solo razonar lo justo y necesario es lo que me hace estar bien en la escuela, digo, tampoco es como que sea muy complicado para mí responder respuestas tan obvias. Salgo a tomar un ligero descanso, con la escusa de "ir al baño" y en ese momento ella aparece, Elizabeth, tan hermosa y brillante, no es broma cuando digo que llevo sintiendo algo por ella desde primer semestre, aunque su grupo es distinto al mío, algunos de sus horarios de salida y entrada empalman con los míos y ahí es donde tengo oportunidad de verla, aunque nuca me eh animado a hablarle por mi, de vez en cuando ella es la que me empieza la conversación, pero cada vez que la veo solo puedo pensar:
~si algún día me animo a hablarte, juro que te diré lo mu...
- Hola, ¿Cómo estás?
Me doy cuenta que ella me dirija a la palabra a mi, interrumpiendo mis pensamientos.
- ¡¿Eh?!
- ¿Hey, te asusté? ¿Todo bien allí dentro?
Con esa pregunta mi mente colapsaría, no sabiendo que contestar más que un:
- Eh... Sí... Todo bien ¿Y tú?
- Si, un tanto cansada, salí a desahogarme un poco, me harta lo idiota que puede ser el resto de mi grupo, creo que tú me entiendes ¿Verdad?
Aún en un poco de bloqueo mental
- Si... Claro, la verdad no me doy cuenta mucho, solo los ignoro por todo el día, de todos los días ja... Ja...
-Bueno, envidio eso de ti.
- Ah, gracias por el cumplido.
- De nada, bueno, espero que te vaya bien, me voy por qué ya tarde algo y no quiero que sospechen que ni al baño voy.
- Oh, claro, hasta luego, cuídate
Y ella solo siguió su caminó. Yo no sabía que había pasados, siempre me pasa eso cuando la veo, entro como en shock.
Cuando llegó al aula me doy cuenta que ya terminó la clase y todos salen. Veo a Beatríz salir, con mi mochila mientras me decía:
- Hey tu, ¿Qué tanto haces en el baño que regresas todo sonrojado?
- ¿Eh? - lo digo mientras tomo mi celular para verme y era verdad, estaba rojo.
- ¡Ya sé! De seguro te encontraste a tu cariñito y como siempre te pusiste tímido ehh? Ehh?
- Ya te dije que no es mi novia - lo decía mientras tomaba mi mochila medio molesto
- Si, lo sé, pero si te sigues poniendo como siempre al verla, pronto se dará cuenta de tu sentimiento por ella... ¡¿QUE DEMONIOS?! ¡¡¡DE SEGURO YA LO SABE!!!
Sólo me queda escuchar sus máquinasiones tan irónicas de mi con Elizabeth y en el fondo, esperar a que eso... Se haga realidad...
