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Ririka dejó escapar un profundo suspiro mientras hacia todo lo posible por evitar el contacto visual de nuevo.
¿Por qué no podía Kirari hacer que hiciese esto por un par de días? ¿Por qué tenía que ser una semana entera? Agachándose un poco de los hombros, Mantuvo un ojo hacia fuera para la chica rubia. ¿Se sentiría mejor hoy? ¿Todavía estaría enojada? ¿O estaría triste otra vez?
ーSeñora, ¿Por qué está sosteniendo ese cartel?ー Una niña le preguntó a la peliblanca, con una dulce inocencia en su tono. ー¿Te gusta dar abrazos?
Ririka le sonrió a la niña, haciendo todo lo posible para que no parecíese un estúpida.
ーLos abrazos hacen del mundo un lugar mejor. ー Le dijo a la niña. ーLos abrazos hacen feliz a la gente.
Hubo una ligera llamada, de una mujer que llamó la atención de la niña, pero ésta se limitó a sonreírle a ella. ーA mi mamá le gustan los abrazos. Me abraza un montón.
Eso le trajo un poco de alegría.
Fue dulce.
ーTal vez deberías darle un abrazo en éste momento. Estoy segura de que eso le gustaría.
ーEstá bien, adiós señora. ー La niña saludó amablemente y corrió hacia la mujer que la llamó, claramente su madre.
Ririka se rió y volvió a mirar hacia la parte de en frente. No había visto ninguna señal de la chica rubia.
¿No iba a pasar el día de hoy? Tal vez tenía otras cosas que hacer que no requerían que caminase por allí. Fue una sensación extraña para la experiencia de Ririka, ya que ella le decepcionó al no aparecer en unos minutos.
Esperando las tres horas enteras, Ririka nunca la vio.
Fue extrañamente triste.
Al final de las tres horas, regresó a casa. ー¡He vuelto, hermana!ー Llamó cuando entró. ー¿Kirari?
ーEstoy en la cocina, Riri. ー Kirari volvió a llamar.
Mientras se dirigía a la cocina, Ririka se sorprendió al ver a su hermana hacer la comida por una vez. ーOh, ¿No hay cenas congeladas hoy?
ーNo. Pensé que sería bueno tener una comida casera ésta vez, ya que nunca probaste mis comidas. ー Kirari era muy buena en la cocina, pero Ririka nunca había probado los resultados. ー¿Así que abrazaste a esa tipa hoy?
ーNo, no la vi hoy. ー Ririka se levantó de un salto para sentarse en el mostrador. ーY nunca dije que la abrazaría.
Ella miró a su gemela con decepción.ーRealmente necesitas abrazarla, Riri. Tú misma dijiste que parece necesitar un abrazo.
ーUn abrazo de un amigo o de un familiar. ー Especificó ella. ー Nunca dije que necesitaba un abrazo de mi parte.
ーSólo piénsalo un poco. ー La de trenzas le dio a Ririka un guiño juguetón.
ーLo que sea, Kirari.
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