Propuesta Indecente -Satoru x Yuuji-

II

-El gusto es todo mío, Señor Gojo.- dijo Yuuji apartando lentamente su mano del agarre de Satoru.- Espero este pasando muy bien esta velada.

-Por favor, no me digas señor, no soy tan viejo como crees, llámame Satoru.- dijo el albino aún con una sonrisa en su rostro, maravillado por ver de cerca las bellas y delicadas facciones del pelirosa.- Para serte sincero este tipo de reuniones no son de mi preferencia, pero el ambiente es muy grato.

-Me alegra saberlo, sigue disfrutando de la noche Satoru, me retiro.- dijo Yuuji alejándose del peliblanco; mientras se iba acercando a donde se encontraba Megumi junto a su hermano, y el resto de sus amigos. Este al verlo fue a abrazarlo, Fushiguro correspondió al abrazo saludando a su novio con un pequeño beso en los labios mientras lo agarraba de la cintura.

Satoru soltó una pequeña risa al observar esa escena, quien diría que el chico a quien quiere llevarse a su cama era la pareja de Megumi Fushiguro.
Eso sólo aumento las ganas de querer hacerlo suyo, nunca se había encaprichado con conseguir algo, pero en esta ocasión a alguien, sin duda el resto de la velada sería muy interesante, moría de ganas por saber si podría conquistarlo.

No le importaba que fuese el novio de Fushiguro, eso simplemente le atraía más, después de todo lo prohibido sabe mejor ¿no?, o al menos eso era lo que decían, y él quiere comprobarlo en carne propia.

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Yuuji se encontraba bebiendo una copa de vino junto a su novio, mientras la velada seguía normal con un ambiente ameno, Megumi se encontraba platicandole a su novio lo agotador que es su primer año en la Universidad, y lo mucho que le costaba acostumbrarse a los extranjeros, pues su hermana había decidido enviarlo a estudiar a Londres para que conozca más a cerca de otras culturas.

Itadori realmente no le estaba prestando mucha atención a su pareja, pues su mente estaba completamente distraída después de haber tenido esa pequeña platica con Satoru, le pareció un hombre demasiado atractivo, a pesar de que no pudo verle los ojos, ya que este llevaba puestas unas gafas de sol negras, supuso que tendría unos ojos lindos o tal vez sólo llevaba esas gafas para verse genial, no lo sabía, lo único que tenía en claro es que había captado toda su atención, no sólo por su gran estatura, la cual llama la atención de cualquiera, ya que sobrepasa la altura promedio de los Japoneses, todo en él se le hacía atractivo, desde su nariz respingoda, sus labios delgados, y un rostro varonil con facciones muy bien marcadas, su cabello blanco como un copo de nieve, y su personalidad despreocupada y coqueta.

Sin duda Gojo Satoru se le hizo un hombre muy atractivo e interesante.

-Yuuji, Yuuji.- el azabache llamaba a su novio, pero el mencionado parecía estar en otro mundo, hasta que le tocó el hombre y el pelirosa salió de su trance.

-Lo siento, me distraje.- dijo Yuuji con una pequeña sonrisa apenada, siempre le prestaba la debida atención a su novio así como el pelinegro lo hacía con él, se sintió mal de cierto modo por estar pensando en alguien mas.

-No te preocupes si te llegas a sentirte mal dímelo, eres muy hablador, así que me pareció extraño que te quedaras callado.- hablo Megumi demostrando lo mucho que se preocupaba por él.

-No te preocupes, estoy bien, solo me quede pensando en unas cosas.- dijo para calmar a su novio.

-Bien en ese caso, concedeme esta pieza.- Megumi se levantó de su asiento para extender su mano derecha hacia Yuuji, el cual acepto gustosamente.

Ambos chicos se dirigieron a la pista de baile improvisada, Megumi paso su mano izquierda por la cintura de Yuuji mientras lo atraía más hacia él, mientras tanto Yuuji colocó su mano sobre el hombro del azabache, comenzando así un vals al ritmo de la pequeña orquesta que se encontraba en el sitio.

-Mañana regresaré a Londres.- dijo Megumi mientras seguía bailando con Itadori.-

-¿Tan pronto? Quisiera que te quedaras más tiempo, desde que te fuiste a Londres ya no nos vemos y hablamos muy poco.- mencionó con un poco de tristeza en su tono voz.

-Lo sé, a mi también me gustaría quedarme por más tiempo, haré lo posible por llegar una semana antes de que sea tu cumpleaños.

-Eso me encantaría.- dijo el ojimarron colocando su cabeza en el hombro de Megumi.- Sólo No descuides tus estudios.

-Tranquilo, me esta yendo bien, aunque es un poco agotador.

Por otro lado Satoru se encontraba observando a la cariñosa parejita en el pista de baile, nunca había envidiado a una persona, pues obtenía todo lo que quisiera, sin embargo en ese mismo instante deseaba ser él quien estuviera bailando con Yuuji Itadori.

Suspiro con pesadez, ya tendría la oportunidad de ser él quien bailará con Itadori.

Mientras tanto seguiría conversando con la chica peliazul la cual tenía un flequillo peculiar según él. Si la hubiese visto antes que a Yuuji estaba seguro de ella hubiese sido su conquista de esa noche, pero las cosas marcharon de forma diferente y ahora no podía sacar a ese pequeño chiquillo de 17 años y que aparte tiene pareja.

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Llegó el momento de que Yuuji y Megumi se despidieran, pues su novio tendría que descansar para luego regresar a Londres, pasaría buen tiempo hasta que lo volviera a ver.

-Adiós Yuuji-kun, Megumi y yo pasamos a retirarnos, cuídate.- dijo sonriente la hermana del azabache para luego subir al Mercedes-benz en color negro que los estaba esperando en la estrada de la mansión.

-Adiós Tsumiki-san, gracias por venir, cuídate.- se despidió Yuuji de la mencionada con una reverencia.

-Ya me voy, en cuanto tenga tiempo te llamo, cuídate, te amo.- dijo Fushiguro abrazando a Yuuji para luego besarle esos finos labios que tanto le gustan.
Seguido de esto subió al auto junto a su hermana, el vehículo arrancó y tomó su rumbo alejándose de la vista del pelirosa.

Mientras el resto de las personas pasaban a retirarse, Yuuji decidió ir al patio trasero, alejándose del bullicio de las personas. Se quedó en medio del jardín observando la hermosa noche estrellada.

Satoru salió un momento para fumar un cigarrillo mientras esperaba a que su padre saliera, tardaría un buen rato ya que se encontraba conversando con el señor Itadori acerca de negocios próximos.

Grande fue su sorpresa al encontrarse a Yuuji ahí parado observando el paisaje nocturno, la luna llena sólo hacía que se viera majestuoso ante sus ojos, al parecer el chico ni se había percatado de su presencia, así que sigilosamente se acercó al joven,para quedar detrás de él, Gojo es todo un descarado así que sin previo aviso lo sujeto de la cintura.

Yuuji soltó una pequeña risa traviesa al sentir esas manos en su cintura, según él era su pareja quien se encontraba detrás suyo, así que sin pensarlo soltó unas palabras un tanto atrevidas;

-¿Has regresado para hacerme el amor antes de irte?- mencionó el chico con un tono travieso.

-No es mala idea.- dijo Satoru cerca del oído del menor, causándole un escalofrío.

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