Desperté en el hospital, mi madre se tiro encima mio con lágrimas en los ojos y me daba muchos besos.
No me vuelvas a asustar así - dijo mi madre soltándome -
Perdón mamá, pero no entiendo. ¿Qué me pasó?, ¿qué hago acá? - pregunté confundida -
¿No recuerdas nada? - preguntó -
No, nada. Sólo se que estaba con mi papá hasta hace un momento - respondí agarrando mi cabeza -
En ese momento tocaron la puerta y entró Daymon con flores en la mano.
Era Daymon.
Me senté y sonreí, él estaba volteado hablando con mi madre, le entregó las flores alegre y cuando se dio la vuelta y me vio abrió sus ojos como platos.
Me asusté.
Lo primero que hice fue tocar mi cabeza. Estaba sin peluca, Daymon acababa de descubrirme, me quedé muda, no salían palabras de mi boca y por lo visto Daymon estaba igual, estaba boquiabierto, no emitía ni un sonido.
Mi madre salió de la habitación lentamente. Esperen un momento.. mi mamá me acaba de abandonar con Day y ni me avisó que estaba sin la peluca, ¿es en serio?, mi madre me abandona. Agarré mi peluca y me la puse como si nada ocurriese.
Daymon reaccionó.
Hola - dije mientras me acomodaba la peluca -
Hola - dijo el pasando su mano por su brillante cabello -
¿Cómo estas? - pregunté, tratando de sonar casual -
Bien, ¿tu? - preguntó observándome -
Pues bien - sonreí -
No, no estas bien Emy. Creo que es hora de que me digas - respondió serio -
Pero no creo que te tenga que decir nada, es decir, creo que tu solo ya lo descubriste - mire a la puerta - ¿Vinieron los demás? - pregunté -
No, vine solo y no me cambies el tema. Me debes una respuesta, ¿Verdad? - preguntó -
Suspiré.
Esta bien, te diré. Pero sólo si prometes no decirle a nadie, la única que lo sabe es Elizabeth - respondí -
Lo prometo, pero ¿porqué no quieres que nadie se entere? - preguntó y sonó su celular -
Salvada por la llamada.
Luego hablámos, atiende el teléfono - dije, pero el colgó la llamada -
Dime ahora, cuéntame todo - dijo Daymon sentándose a mi lado -
Bueno, empecemos con la historia. Ponte cómodo por que es bastante largo - sonreí -
Daymon se acomodó a mi lado y empezó a escuchar atentamente, yo tome una bocanada de aire y empecé mi historia.
Mi historia comienza un 17 de Agosto, el día de mi nacimiento. Ahora que sabes mi cumpleaños, estoy esperando un regalo. Mi madre y mi padre eran muy felices. Fui una niña sana por mucho tiempo y a los 7 años perdí a mi padre por culpa de una enfermedad. Cáncer a la sangre, exacto, leucemia. Con el tiempo dejo de responder al tratamiento y el día en que cumplí 7 años lo pasé en el hospital junto a mi padre hospitalizado y a los dos meses mi padre falleció, un 6 de Octubre.
El cáncer podía ser hereditarío por lo que me hicieron unos análisis de sangre, pero no salió ninguna anomalía y ningún rastro de él en mi sangre. Pasaron los años y me mudé a Francia por el trabajo de mi madre, a los meses empecé a sentir dolores en el pecho y decidí ir al hospital donde trabajaba mi madre y que me atendiera uno de sus colegas, el padre de Elizabeth, esto ocurrió hace dos años, me hicieron análisis de sangre y unas tomografías. Descubrieron un pequeño tumor en mi corazón, todavía no se podía operar, pero decidieron empezar con las quimioterapias. Poco a poco se fue cayendo mi cabello y todos los bellos de mi cuerpo. Claro existen pelucas y pestañas postizas, por suerte. Y si queremos hablar de el sector salud, tengo las defensas muy bajas y suelo desmayarme con facilidad, todavía no me pueden operar porque no encuentran un corazón para mi, que sea compatible conmigo y que cupiera en mi cuerpo, ya que, en ese tiempo mi corazón no era como el de un adulto, lo malo es que con el tiempo el tumor fue creciendo y puede que un día simplemente pare mi corazón y muera instantáneamente.