¿Una chica en el club?

~IV~

¿Y ahora que les digo?

—Hey! Tu eres la chica del avión — me dice el chico de ojos azules

—Mmmmm que?— pregunto confundida y él ríe — Ahhhh si, tu eres el chico del avión — recuerdo y me levanto del suelo— ¿Que pequeño es el mundo, no?

—Si

Nos quedos en silencio viéndonos y me pongo roja al recordar lo que iban a hacer y lo que yo queria ver que hicieran. Me muerdo el labio y sonrío.

—¿Por qué no regresamos al salón?— les pregunto un poco nerviosa

—Pensé que íbamos a hacer un trío — dice el rubio y yo lo volteo a ver con los ojos bien abiertos

—¿Qué? — pregunto tragando saliva. Debí haber escuchado mal.

—Como escuchaste— dice el platinado —¿No quieres?— dice con una voz suave, como si fuera lo más natural del mundo, mientras toma su miembro con la mano y lo apunta en mi dirección, no me había dado cuenta de que aún tenía los pantalones abajo, ya que estaba detrás del rubio

Es verdad que me gusta el sexo, pero... nunca lo he hecho con alguien que acabo de conocer.

—Está mal— digo negando con la cabeza un poco asustada y apartando la mirada— Ni siquiera sé sus nombres

—Itome y Akemi — dice el rubio de ojos azules señalando a su acompañante y después a si mismo —Un gusto — dice sonriendo gentilmente

Esa sonrisa tan gentil no va para nada con la situación en la que estamos. No digo nada, solo me dedico a mirar un punto fijo en el piso y a organizar mis pensamientos.

—No te vamos a obligar — dice Itome, para después coger el mentón de Akemi y plantarle un tierno beso

El beso se torna cada vez más intenso y veo como sus lenguas empiezan una batalla. Yo sólo sigo ahí parada viendo como se devoran mutuamente. Estoy asustada y excitada. Tengo miedo, no sé que hacer, nunca había estado en una situación semejante.

Akemi comienza a besar el cuello de Itome y este cierra los ojos dejándose llevar. Tal vez... sólo tal vez debería hacer lo mismo.

Cuando menos lo pienso me encuentro de rodillas al lado de ellos y le toco la pierna a Akemi para llamar su atención, él se separa de Itome y voltea a verme.

—Quiero...— susurro avergonzada, pero me las arreglo para mirarlo a los ojos. Soy re perra, pienso.

Akemi no dice nada, sólo sonríe, se baja los pantalones y continua besando y tocando al chico que tiene en frente. Lo tiene más grande de lo que pensaba, pero igual me lanzo a la acción. Comienzo trazando pequeños círculos en la punta de su pene, sabe un poco salado, pero me gusta y continuo introduciendo su miembro en mi boca hasta que no puedo más, subo y bajo mi cabeza a distintas velocidades y de vez en cuando miro hacia arriba y veo la cara de placer de ambos, es la imagen más sensual que he visto. Cierro mis ojos y aumento la velocidad en la que se mueve mi boca.

—Vaya, vaya ¿Y esta pequeña zorra? — dice una voz y me separo de Akemi rápidamente asustada, no escuché que entrara alguien

Sabía que no debía hacer esto.

—No molestes, Tamura — dice el ojiazul separándose un poco de Itome

—Déjame adivinar— dice el chico a mis espaldas burlonamente — La chica nueva

Me levanto del suelo y volteo lentamente para encontrarme con un chico alto y musculoso de cabello azul y ojos del mismo color. La verdad, es muy sexy, además tiene unos piercings que lo hacen ver...¿malo?

—¿Por qué te muerdes el labio de esa forma?— pregunta con una sonrisa de lado y yo me sorprendo. No me había dado cuenta de que me estaba mordiendo el labio. Él ríe sonoramente — Ya veo, también quieres comerme — dice con un tono egocéntrico que me hace volver a la tierra

¿Qué le pasa a este tipo?

Veo como se comienza a desabrochar sus pantalones y mi ceño se frunce.

¿Quién se cree que es?

—Espera— digo antes de que se baje sus boxers — Estás olvidando una cosa

—¿Qué?— pregunta desconcertado

Me acerco a él y con una mano le agarro la mejillas acercándolo a mi cara. Lo miro directo a los ojos.

—Puede que sea una zorra como tu dices, pero no soy TÚ zorra — digo para después soltar mi agarre y empujarlo levemente, luego decido salir del baño y dirigirme al salón de clases, no quiero empezar mal desde el principio.

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Suena el timbre para el cambio de clase y yo ruedo los ojos.

—Dios, dame ganas de estudiar, porque con las de coger te estás pasando — susurro mirando al cielo

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Por fin terminaron las clases, pensé que iba a estar más perdida :'v menos mal que es casi lo mismo que estaba viendo en Francia. Ya quiero que acabe el día, pero aún queda el club, bueno por lo menos la fotografía me gusta mucho. Camino hacía la sala del club y cuando entro, para mi sorpresa, sólo hay una persona tirada en el sofá. Me acerco en silencio y veo que es un chico de cabello rosa que al parecer está dormido, lo curioso es que está con lentes oscuros.

—Se va a chuzar un ojo — me digo a mi misma y me acerco dispuesta a quitarle los lentes, pero tan pronto pongo mis manos en ellos él se despierta y en un movimiento rápido me tumba al suelo y cae encima mío

—Nuuu— dice con una voz algo extraña mientras aprisiona mis manos a cada lado de mi cabeza.

Espera...esa voz yo la conozco.

—¿Señor Pepino?

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Me da inspiración para seguir escribiendo jeje
Espero les esté gustando 😘